La Provincia - Diario de Las Palmas

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Calafateando

Las cuentas no salen

Nada hay, hoy por hoy, más incierto que un acuerdo de formar gobierno por quienes tienen la obligación de hacerlo según mandó la ciudadanía en las pasadas elecciones del 20D. Superados cincuenta días después, estamos en el mismo punto de partida. Un Mariano Rajoy con la mayoría minoritaria, en el deber de iniciar negociaciones dio un no a Felipe VI, ralentizando de modo innecesario el proceso. El presidente en funciones, al que salvo C's prefiere, pero dejándole claro que sin formar gobierno con él, todos los demás partidos quieren verlo en la oposición, donde pague tanto recorte social y derechos laborales, así como de ciudadanía, y para que se regenere y limpie de los interminables casos de corrupción existentes en el seno de su partido.

Descartado el Partido Popular, Pedro Sánchez (PSOE) es el que tiene en sus manos la llave de un acuerdo de investidura para un gobierno de progreso reformista con Podemos, IU, PNV y Compromís, pero tiene enfrentado al "aparato" del PSOE, que no quiere a Pablo Iglesias, al que considera el mismo Belcebú o príncipe de los demonios. Atado de pies y manos por los barones, a los que asesora un desconocido Felipe González, ese de la sinecura de las puertas giratorias y un Alfonso Guerra, veteranísimo diputado con 37 años sin bajarse del escaño (¡qué raro!, ¿o es que siempre fueron así y no nos dimos cuenta?), Pedro Sánchez ¿qué puede hacer?; muy poco o nada habida cuenta de que en el próximo congreso ordinario le cortarán la cabeza, metafóricamente hablando, para entronizar a Susana Díaz, caso de que se repitan las elecciones. Ese fantasma es cada vez más evidente dada la enorme complejidad de llegar a un acuerdo con tantas formaciones. Y a esto juega Rajoy, a que fracase Sánchez. Así, repetición de comicios en que subirá el PP, y Podemos, que esta vez sí podría ir con IU, evitando que ese millón de votos de Garzón se vayan por el sumidero, aprovechados por la formación de Iglesias. En curso las negociaciones del PSOE a izquierda y derecha, ¿ofrecerá la vicepresidencia a Podemos? De momento se ha visto que PP y PSOE niegan a este partido ser la tercera fuerza política, colocando en su lugar a C's, que resultó la cuarta. Se explicitó con la composición de la mesa del Congreso, arrinconando a todos sus miembros en los últimos puestos (el gallinero), mientras los de Rivera llegan a los primeros asientos. Sorprendidos, y después de una tímida protesta, Iglesias y los suyos se lo han tomado con deportividad.

En el país del coge el dinero y corre se ponen exquisitos con Podemos por el modo de financiarse evitando hipotecas de los poderes bancarios y trusts empresariales que les exigirían, una vez en el poder, el "qué hay de lo mío". Los defensores mediáticos a sueldo de las derechas no se escandalizan por las fuentes de financiación al uso de sus defendidos. Al menos, aquellos lo hacen con dinero que no se nos detrae a nosotros, los auténticos paganos. El dinero que la derecha utiliza en su provecho lo afana de lo que a todos corresponde.

En el repertorio que trae la izquierda de progreso está el cambio de la ley electoral. No insistiré en lo poco democrática que es la vigente, y es en nuestra Comunidad donde más se retuerce para mayor infamia. En su revisión hay que aproximarse lo más posible a lo de un hombre o mujer un voto. Sería lo más justo y democrático. Nos evitaríamos el caciquismo insularista que nos gobierna desde hace veinticinco años y situaciones palmarias de su incompetencia, como se demuestra en el siguiente ejemplo: el rey Mohamed VI ha inaugurado recientemente la planta termosolar Noor I en Uarzazate, a 200 km al sur de Marrakech, primera fase del que aspira a ser el mayor proyecto de esta energía renovable del mundo. Y nosotros, que llevamos veinte años tratando de aprovechar nuestras magníficas condiciones naturales para no depender tanto de las materias fósiles, ¿qué hemos hecho? Desde el primer momento que nos lo planteamos dijeron los avispados: ¿eh?, esto es una ganga. Y la cagaron nada más empezar, dando lugar al ya secular Caso Eolo. No estoy muy puesto en este tema y no sé en qué ha parado la vergüenza. Marruecos, sin tanta alharaca, ya cogió ventaja.

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