Se ha perdido una oportunidad pero se ha ganado otra: haber estado en la final de la Copa del Rey ante todo un Real Madrid, que el año pasado pudo conquistar cinco títulos. El partido fue muy igualado, diferente a estos dos últimos, porque estuvimos todo el tiempo dentro del partido, no con tantos altibajos. Pero casi todo el partido el Gran Canaria ha ido a remolque y eso tampoco es bueno, porque deberían haber más alternativas en el marcador para poder hacerte al final con el triunfo.
Yo no quiero juzgar a ser entrenador, pero me pareció que Báez debería haber estado más tiempo porque tenía muy buen tono en el partido. El Real Madrid también ponía una buena oposición y estaba llevando las riendas del partido a lo largo casi de los 40 minutos.
Pero en definitiva, lo que reivindicábamos siempre es que hemos dado un paso adelante, se ha jugado una final, se han tenido opciones, se ha dejado muy buen sabor de boca, y sobre todo, que Gran Canaria está siendo uno de los grandes del baloncesto nacional. Se está acostumbrando a jugar finales importantes como la de la Eurocup y la de la Copa del Rey, y los triunfos ya llegarán.
Lo importante es seguir mejorando y mantener ese nivel de juego para los compromisos venideros. No le pueden dar oportunidades a un Real Madrid en pequeños detalles, de no cerrar el rebote, no culminar un contraataque o perder algún pase por alguna precipitación.
El Madrid no perdona porque aprieta el acelerador en un momento y eso que el partido ha estado muy igualado, el Granca le ha plantado cara y llegó con muchas opciones al final. Lo que pasa es que siempre vas por detrás y cuando hay tantas rotaciones, a toro pasado, es muy fácil juzgar, pero el quinteto titular estaba más tiempo sentado en el banquillo. Y en una final tienes que morir en la cancha, no puedes estar pensando si voy a mantener a uno en el banquillo. No puedes estar con contemplaciones y ya descansarás luego.
