Tengo entendido de buenas fuentes que usted va a iniciar obras en el barrio Divina Pastora. Todo aquello que suponga una mejora de las infraestructuras de la ciudad es bienvenido. Pero lo que no entiendo y me deja perplejo, es que desea realizarlo en torno al mes de mayo, tiempo de las fiestas de esa zona vecinal. Por eso, como párroco de la Santa Cruz, me dirijo a usted, ya que la feligresía comprende Miller Bajo y el barrio ya citado.

¿Realmente usted, señor Doreste, conoce las tradiciones y fiestas de esa zona de la ciudad? ¿Se ha parado usted a consultar con los vecinos la fecha más idónea para poderlas realizar? Me parece y así lo expreso, que esto es una decisión desafortunada en cuanto al tiempo.

No me parece una actitud de un cargo como el suyo, ir por delante asegurando hacer obras y con el dinero para ello, ofreciéndolo justo en el momento menos ideal del año. No me valen los argumentos de las prisas, cuando se afirma que una cantidad ya presupuestada a este fin se pierde si no se realiza cuando ustedes quieren. Mire, señor Doreste, eso no me lo creo. Si una partida económica está presupuestada para una obra va destinada a ella, si no es en el mes programado, en el siguiente. Estos argumentos me dan un tufillo malo. Los ciudadanos estamos cansados de tantos casos en los que los euros no han ido destinados para aquello a lo que estaba proyectado, sino para los amigos de lo ajeno.

Dicen que equivocarse es humano, rectificar de sabios. Le invito a que reconsidere la conveniencia o no de iniciar estas obras para el mes de mayo, coincidiendo con las fiestas del barrio de la Divina Pastora. Si aun así sigue en esta desafortunada decisión, pido y lo hago público a través de este medio, señor Doreste, respete en su integridad el recorrido tradicional de la procesión de la Divina Pastora, a lo largo de la Calzada Lateral del Norte hasta el lugar habitual donde se celebra la eucaristía de la fiesta. Y no valen las excusas de que de que se dejaría de contar con el dinero de estas obras. Ni tampoco es válido el pretexto de que usted no sabía, señor Doreste, porque su deber es respetar y tener presentes las tradiciones del pueblo, y consultar antes con él, a quien ustedes dicen servir.