Como nunca es tarde, Alicia González, atenta lectora de Cardones, muestra su malestar por los escasos servicios de guaguas la noche tras la cabalgata del Carnaval de la capital grancanaria. Acabó a la 1.45 de madrugada en casa tras tomar un taxi en Arucas. Y se había puesto a esperar la guagua a las 23.15 horas sin éxito hasta que subió a una que iba por Tamaraceite. Ella cree que un día es un día y el Carnaval bien vale un servicio especial. Dicho.