Querido amigo, ya está la Semana Santa a la vuelta de la esquina y, los que se lo pueden permitir, preparan su viaje de vacaciones.
Es curioso, pero la mayoría de la gente que se va de viaje está ansiosa por llegar a su destino, pero lo mismo les pasa al regreso, que el viaje para volver a casa se les hace interminable.
Debe ser por eso que los cruceros tienen tanto éxito, porque van llevando a la gente de ciudad en ciudad y, claro, todos están deseando salir y llegar para volver a salir, y en ese continuo devenir parece que se divierten.
Se podría pensar que la mayoría se va de viaje, no porque quieran ir a ninguna parte, sino porque les gusta regresar...
Me hace gracia quien dice ser un viajero empedernido y va de país en país buscando lo que tiene en casa. Como los españoles que van a Alemania y lo primero que se les ocurre es ir a cenar a un restaurante español y pedir una tortilla. La tortilla alemana debe ser una autentica porquería y, por supuesto, no tendrá nada que ver con la que te pusieron hace un par de días en el bar de al lado de casa. Pero es en Alemania, y eso tiene "otro nivel" aunque te cobren una burrada.
Hay gente que se pasa la vida haciendo viajes inútiles, igual que los turistas que vienen de vacaciones de Alemania a Maspalomas y solo beben cerveza alemana con salchichas de Frankfurt, o los españoles que van a Londres y se empeñan en ir a un restaurante y pedir una paella... Menuda tontería.
Para viajar tienes que ser curioso, estar dispuesto a aprender y, sobre todo, a valorar y respetar lo que te encuentres. Decía un poeta que, si quieres ver la nieve en todo el esplendor de su blancura, debes mirarla desde tu ventana porque, si bajas al jardín, solo verás la huella que van dejando tus pisadas. Tampoco tiene sentido construir una carretera para ir a contemplar el paisaje si para construirla tienes que destruir ese paisaje. En la época que trabajaba de relaciones públicas en el aeropuerto de Gran Canaria, en más de una ocasión me encontré con pasajeros que habían solicitado ir a Palma de Mallorca pero, por error o desconocimiento de la agencia de viajes, habían venido a parar a Las Palmas de Gran Canaria. Lo más singular es que, como venían por primera vez, pensaban que habían pasado sus vacaciones en el Mediterráneo. Fue el caso de una familia americana que no entendía por qué para ir a Barcelona tenían que pasar por Madrid, hasta que me di cuenta de que hablaban de un vuelo directo desde Palma de Mallorca a Barcelona... Al final, y sobre todo cuando vieron en el mapa que habían estado de vacaciones "en África", se lo tomaron con buen humor, y hasta les pareció que habían disfrutado de un viaje sorprendente.
Para que tus vacaciones resulten atractivas, tienes que estar preparado para cualquier eventualidad y dispuesto a dejarte sorprender. Lo demás es más de lo mismo.
Un abrazo, amigo, y hasta el martes que viene.
