La sociedad tiene mucha información a su servicio, pero ¿cómo gestionarla y elegir adecuadamente, para que cada individuo pueda reconocerse, formarse y disfrutar de lo que la vida ofrece?

A la par del conocimiento general que vamos adquiriendo desde nuestros primeros años de escolarización, debemos de crear también herramientas que nos enseñen a gestionar nuestro propio y personal autoconocimiento. De la misma forma que los estudios básicos se van complicando a medida que cumplimos años y nuestra capacidad de entendimiento aumenta, las técnicas de autoconocimento tendrían que ser más complejas y exactas para que nosotros mismos nos pudiéramos autoayudar.

Este autoconocimiento nos capacitaría para estar más preparados a la hora de nuestros cambios, los podríamos identificar mejor y tomar decisiones más personales y no influidas exclusivamente por nuestro entorno.

Somos seres en evolución constante, cada uno con su propio patrón, no nos sirve a todos lo mismo, incluso lo que me interesa hoy, puede que ya no me interese mañana, nadie nos puede decir lo que deseamos, debemos autodescubrirlo.

Entendiendo además, que los cambio de interés o de inquietud, son naturales, no significa que antes estuviera equivocada y perdiera mi tiempo, sino que es mi proceso de crecimiento. Vamos a ir pasando fases, quemando etapas, descartando y seleccionando, pa-ra subir el siguiente escalón. Somos seres curiosos en continua investigación, por ello, tenemos que estar atentos para hacer los ajustes necesarios que nos permitan continuar desarrollando para nosotros y para nuestra sociedad un trabajo que nos motive y por tanto de calidad.

Uno de los primeros momentos de nuestra vida, en el que nos vemos obligados a tomar una decisión personal, es la elección de los estudios superiores una vez finalizado el bachillerato. Hasta este momento, nuestras acciones han estado guiadas en mayor o menor medida por los que nos educan. A partir de ahora, tenemos que empezar a decidir hacia dónde vamos a dirigir nuestro aprendizaje, planificar de que queremos vivir, como queremos vivir, etc, y ya no pararemos de cambiar, elegir y evolucionar.

Es un bonito reto, el autoconocimiento, una asignatura que nadie puede suspender porque somos como tenemos que ser, sólo debemos aprender a autogestionarnos.

Sin embargo, a día de hoy, no estamos la mayoría tan preparados para reconocernos, así que busco qué nos puede ayudar en estos momentos para identificarnos, para dar la clave a los jóvenes que no tengan tan claras sus motivaciones, para aquellos que en este momento de cambio de su vida se encuentren desorientados e indecisos.

Para conocer algunas de las herramientas qué mejor que un buen ejemplo, cercano y real, alguien que vive el cambio y disfruta de él; para ello, me pongo en contacto con Vanessa Sancho.

Vanessa nace y se cría en Barcelona, actualmente vive en la isla de La Palma. Es licenciada en Biología, con un posgrado de Diseño para la Sostenibilidad, es artista y facilitadora del Cambio entre otras muchas cosas. Su experiencia laboral en cada uno de estos campos avala, no sólo que su conocimiento se lo sabe, sino que lo ha vivido.

Su último proyecto ha sido el StorySTellArt Calendar 2016, un cuaderno de viaje cósmico, cíclico y consciente.

Nos centramos en esta ocasión, en su faceta de facilitadora del Cambio, ¿qué significa esto?, ¿nos puede a ayudar para el objetivo de este artículo?

Vanessa me explica; es un trabajo cuyo papel principal es ayudar a los demás para que se adapten positivamente a los cambios, aceptarlos, percibir las oportunidades y los peligros, minimizar los riesgos. Reconocer que los cambios requieren un esfuerzo personal, destacar las oportunidades y crear una hoja de ruta para el cambio que sea aceptable. En resumen es estar ahí, ofrecerme, y luego hacerme a un lado para que se exprese lo que necesite ser expresado.

Esto resuena en mí. Creo que Vanessa nos puede ayudar, evidentemente el paso de bachillerato a la Universidad es un importante cambio, así que recopilo sus recomendaciones, experiencias y expongo algunos trucos que Vanessa nos da:

Antes de nada, nos recomienda que confíes, que salgas de la zona de confort, que busques aquello que te apasiona y le dediques tiempo sin importar edad ni condición, que te rodees de personas que te apoyen y/o que estén haciendo aquello que te gustaría hacer. No tener miedo a jugar, experimentar, a soñar, a equivocarse.

Hay muchos caminos, tantos como personas. Pero también hay herramientas, mapas y brújulas. En el marco de escucharse a uno mismo ha usado gran cantidad, pero podríamos destacar algunas como:

Live Off Your Passion, un material online especialmente diseñado por Scott Dinsmore de Live Your Legend, para conocer qué es lo que te apasiona de verdad y dedicarte a ello, no como un pasatiempo, sino como forma de aportar lo mejor de ti al mundo y de paso ganarte la vida.

Uno de los libros de Caroline Myss, Archetypes (Arquetipos), le sirvió de ayuda en el proceso de integrarlo todo.

"El descubrimiento más her-moso sobre los arquetipos es que te despiertan a la sincronicidad, a las señales, símbolos y coincidencias significativas que aparecen en nuestras vidas y consiguen nues-tra atención inmediata.

Nuestros arquetipos se ven reflejados en todos los aspectos de nuestras vidas y de esa manera, también en nuestra misión. En qué es lo que nos hace vibrar y apasionarnos y a qué queremos dedicarle tiempo y energía. Nos hablan al fin y al cabo de la historia que hemos decidido vivir.

También nos puede ayudar un tipo de planificación que ha usado, de Danielle LaPorte con su equipo. El núcleo son tres sencillas preguntas.

¿Qué podría hacer? Dados mis recursos, habilidades, el marco de mi emprendeduría, ideas, cosas que he hecho antes, valores, visión, propuestas, peticiones, colaboraciones; es decir, todo lo que conoces hasta ese momento dado... ¿qué podría hacer? Es un poco lluvia de ideas, pero sobre todo poner por escrito (o en dibujo) todas esas posibles líneas de futuro.

¿Qué quiero hacer? Esta es fundamental. De todo lo que he anotado que podría hacer en respuesta a la pregunta anterior, qué está realmente resonando ahora conmigo, actualmente, qué hace que mi corazón se acelere y me pone el brillo en los ojos.

¿Qué puedo hacer? Bien, ya sé qué hace palpitar mi corazón y con lo que sueño por las noches. De todo eso, en un periodo de tiempo que me he dado, por ejemplo entre doce y veinticuatro meses, ¿qué cabe?

También puedo usar otras preguntas para hacer subconjuntos y enfocar. Y la pregunta que está en la base de toda esta reflexión es:

¿Qué es lo que no puedo no hacer? ¿Qué me pasaría horas y horas haciendo, aprendiendo, practicando, comunicando, conectando?

Últimamente sigue el blog oyedeb.com, donde Deborah Marín escribe y crea programas online pensando en ayudar a las personas, que desean ganar dinero y estar más despiertas en resumen, "Vivir como quiero y con el trabajo que quiero".

Por último, nos recomienda, que si aun dedicándole un tiempo al autoanálisis seguimos con dudas sobre lo que estudiar, no decidirte por unos estudios superiores muy largos, sino primero hacer pequeños cursos, aprovechar una herramienta como Internet para formarte vía online de forma económica y con muchos pequeños módulos que ofrecen buenas universidades. También es positivo realizar trabajos y talleres sobre lo que crees que te gustaría para ir probando. Aprender habilidades a ver si resuenan contigo, aprender haciendo.

Y Vanessa nos despide con estas palabras:

cuando estás alineado con tu propósito, la rendición funciona mejor. Cuando llevas a cabo alguna cosa no sólo por tu bien, sino por el bien mayor, el Universo suele colaborar contigo.

(*) Miembro del Foro Centro Atlántico de Pensamiento Estratégico (Catpe). Tránsito de La Palma hacia la Sociedad del Conocimiento