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Es de corcho y siempre flota

Hay quienes sostienen que bajo el rostro abotargado de Trump no discurre la esperable red de capilares y nervios ni se estiran y encogen los esperables paquetes musculares insertos en la esperable estructura craneal. Esta cofradía de escépticos alimenta la idea de que los tejidos que conforman al animal humano se han visto sustituidos en Trump por felema de alcornoque. O sea, lo que solemos llamar corcho. Sólo de esa manera se explicaría, aventuran, que cuanto más se agitan las aguas en torno al magnate con más determinación flote.

Trump llegó a las primarias del martes amenazado por la conjura del aparato republicano, que ha recaudado 40 millones para atacarlo, y un tanto golpeado por sus 'malos' resultados del fin de semana: sólo había ganado dos de las cinco elecciones y su cosecha de delegados había sido inferior a la de su gran adversario, el ultra Ted Cruz, quien le endosó un parcial de 69-53, interpretado como anuncio de cambio de tendencia. Para colmo, el debilitado Marco Rubio, gracias a su victoria portorriqueña, se apuntó 41 delegados que olían a resurrección y dejaban el marcador de los elefantes en un 384-300-151. Los jerarcas del Viejo Gran Partido respiraban.

Pero nada. Espejismo. Este martes Trump se impuso sin dificultad a Cruz en dos Estados tan opuestos como el sureño Mississippi, poblado por un 60% de negros, y el norteño Michigan de la quebrada Detroit, faro del cinturón industrial y de la clase media trabajadora blanca, donde ni siquiera el tercerón Kasich, gobernador del vecino Ohio, pudo rebañar algo mejor que eso, un tercer puesto.

De Rubio, que el martes 15 tiene su última oportunidad en su feudo de Florida, mejor ni hablar: fue cuarto en ambos Estados y ayunó en compromisarios.

Sus dos segundos puestos confirman a Cruz como la única alternativa a Trump. Lo malo es que también revelan que su incienso evangélico tiene menos fuerza que el salvaje aroma a maverick del francotirador de Queens. Pese a todo, el martes se apuntó Idaho, pequeño Estado de 1,5 millones de habitantes y espectaculares paisajes de lejano Oeste y raya canadiense, que le da combustible para seguir rezando. La cita se completó con Hawái, que se sumaron al corcho del magnate. Total, un 71-56 para Trump, que pone su pelea con Cruz en 458-359, mientras Rubio se clava en los 151.

En el campo demócrata, donde sólo se lidiaba en Michigan y Mississippi, Sanders sigue vendiéndose caro y obliga a Clinton a preguntarse qué partes de su mensaje son las que no camelan al blanco norteño. El izquierdista dio la sorpresa en Michigan, con un ajustado 49,9%-48,2% que contrasta con la ventaja de 15 a 20 puntos augurada a Clinton.

El norte industrial lleva casi medio siglo sufriendo y el rechazo de Sanders a los tratados de libre comercio, compartido con Trump, le está dando réditos. De nada le valió a Clinton vocear que su apoyo de 2008 al megaplan de rescate bancario, por el que tanto la fustiga Sanders, derramó maná sobre General Motors, Ford y Chrysler, todas con sede en Detroit.

En cambio, la 'ex casi todo' le endosó un inapelable 82,6%-16,5% al socialdemócrata en Mississippi, dejando claro que los negros están entre sus pilares más firmes. De modo que 87 a 69 en el parcial, 1.221 a 571 en el total (745-540 sin contar superdelegados), y todas las miradas puestas en el próximo martes. Ese día, Florida, Illinois, Missouri, Carolina del Norte y Ohio repartirán 691 delegados demócratas y 358 republicanos, 286 de estos últimos por un sistema demoledor que en adelante se repetirá mucho: "Si ganas, te llevas toda la botella. Hasta el corcho".

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