El puerto de La Luz como estación abierta al tráfico internacional está sujeto con el paso del tiempo a diversas coyunturas en función de la situación económica mundial. En unas ocasiones nos beneficiamos de estas vicisitudes y otras veces ocurre lo contrario.

Ahora mismo con la crisis del petróleo por la caída de los precios, las plataformas que están amarradas en nuestro recinto no están generando trabajo para las empresas de reparaciones navales y otros servicios, toda vez que están fuera de actividad al limitarse las prospecciones. Así que este "maná " que nos llegó por generación espontánea se ha paralizado con todas sus consecuencias.

Esto nos hace recordar otros tiempos cuando el gigantismo de los buques petroleros debido al cierre del canal de Suez en 1967 y que obligó una vez restablecido el tráfico en el citado paso marítimo al amarre de más de un centenar de supertanques ya que sobraban para el transporte del oro negro.

En este sentido el puerto de Las Palmas fue favorecido por esta circunstancia ya que cinco gigantes amarraron en las aguas de la Dársena Exterior, caso del Hamlet, Laurel, Meridian Sky, Kazuko y Universe Explorer, y permanecieron por un tiempo de unos tres años en nuestra bahía.

Ahora le toca el turno a las plataformas petrolíferas, que desde hace unos diez años están formando parte del paisaje diario del puerto de La Luz, y que según las últimas noticias su presencia puede incrementarse toda vez que sus compañías al parar las extracciones están buscado lugares estratégicos para amarrar estas imponentes torres en espera de que vengan mejores tiempos para ponerlas de nuevo operativas en condiciones de rentabilidad.

Es una demostración del papel que desempeña nuestro recinto portuario como plataforma de apoyo a la actividad marítima a escala mundial, siendo un directo reflejo del momento económico que se vive en el planeta Tierra.