Un atento lector de Las Rehoyas, que baja en guagua con frecuencia a San Telmo, avisa a los responsables del transporte público. Los vehículos siguen golpeando en el suelo con su "panza" cuando bajan por Buenos Aires en el cruce con Viera y Clavijo. Los comerciantes del entorno están acostumbrado. Raggg, se oye. Ahí pasa la guagua de la una, suelta alguno. ¿Hasta cuándo? No afecta al servicio, todo sea dicho. Pero el efecto refleja poco cuidado.