Entre emergentes, populistas, demagogos, oportunistas, postureos y no sé que más, la casa sigue sin barrer y no se han abierto las ventanas. Que corra el aire, dicen algunos, pero el aire de la calle, a ver si se ponen de acuerdo y no hay que ir pensando en la canícula para votar otra vez a los que no se entienden ni a fuerza de tuits. El panorama no es halagüeño aunque se empeñen en reforzar la idea de que el país va mucho mejor que cuando tomó el poder el PP. La pobreza está a la vista; y si no está a la vista es que no salen a la calle de los barrios más castigados por el desempleo. Mariano Rajoy que ya le da lo mismo ocho que ochenta, se reúne en Europa con los gobiernos de los países miembros para debatir los nuevos proyectos legislativos del parlamento europeo sobre inmigración. Como quiera que este asunto es de importancia moral capital para España, el PSOE y Podemos quieren forzar al presidente en funciones a que acuda al parlamento para que vaya a la reunión con un mandato consensuado por las nuevas fuerzas políticas que han copado la cámara. Europa está cada vez más lejos de su original proyecto común, de ser la integradora de culturas y sensibilidades y que antes había sido esclavista y represora, a convertirse en un mercado negro de todo: todo se compra todo se vende. Y si no, tenemos que estar atentos a las peticiones de Turquía y a lo que está dispuesta a ofrecer la comunidad europea. Y estamos hablando de dinero, de miles de millones de euros para que Turquía ejerza su función de obstáculo insalvable para los refugiados. De esta forma, atendiendo a las exigencias del gobierno turco -islamista-, le van a dejar expedita la franja kurda para que siga reprimiendo al pueblo kurdo, que por otra parte es el verdadero muro en el norte de Irak a los guerrilleros de EI.
Esta Europa que ahora ve el ascenso del populismo, de los demagogos, de los xenófobos y de los homófonos, que ya pisan áreas de poder en estados federados o en regiones de Alemania o Francia o Bélgica o? muchos otros estados a los que se les ha nombrado policía de fronteras y que no dudan en usar lo que esté al alcance para parar el drama con más tragedia: los países de los Balcanes y fronterizos han levantado vallas, muros, cavado fosos y usado la fuerza contra la inmensa cantidad de personas que llegan todos los días empujando a los que ya están. De toda esta confusa partida macabra, sacarán rédito los de siempre, porque en cuanto Europa mira para su ombligo o se enzarza en cuestiones monetarias, que es lo que ahora ocurre, parece que el mundo se hace más duro y que los principios por los que se debe respetar al ser humano sienta lo que sienta, piense lo que piense o diga lo que diga, se adelgazan hasta desaparecer en la niebla del olvido.
