De pocos años a este parte Las Palmas de Gran Canaria se ha convertido en una ciudad de cruceros, gracias al apoyo del puerto de La Luz que mejorando sus instalaciones ha permitido que el turista se encuentre a su llegada en plena urbe, disfrutando de nuestro clima y servicios con el aliciente de una gran playa como es Las Canteras.
Toda esta situación ha traído como consecuencia que nuestra ciudad haya recuperado en parte aquel gran ambiente que se vivió en las décadas de los años 50 y 60 del pasado siglo, que estuvo concentrado entre el Parque de Santa Catalina y nuestra playa de Las Canteras, con el arribo masivo de los turistas nórdicos que hizo cambiar el tejido urbano de la zona con las construcción de varios hoteles y edificios de apartamentos, ya que todavía en el Sur no se había movido una piedra.
Por ello podemos afirmar que Las Palmas de Gran Canaria y su Puerto se han transformado en una ciudad de cruceros, afianzando su vocación turística al convertirse en la tercera del país tras Barcelona y Palma de Mallorca, como puerto base para esta clase de naves, cuyas compañías navieras caso de Aida y TUI han apostado por nuestra situación y servicios, programando viajes semanales que abarcan hasta el año 2018.
Pero tenemos que insistir que la ciudad y el puerto tienen que ir unidos marcando políticas comunes en todos los aspectos de cara a nuestros visitantes. Unas 800.000 personas que han arribado en la actual temporada merecen el mejor trato para que se sientan en su propia casa, como una Isla que sabe acoger al viajero donde toda la urbe se convierte en unas horas como un gran hotel urbano que debe mostrar su mejor cara a nuestros huéspedes. Hay que mimar cada uno de los espacios, pensando que el crucero se prolonga como una alfombra azul sobre nuestros muelles y avenidas.
