¿Nadie pide responsabilidades al secretario general de la ONU Ban Ki-moon por su histórico patinazo en la visita al Sahara? Cómo es posible que después de tantos años de equilibrios diplomáticos un jefe de Estado, como el máximo responsable de la ONU, pueda hablar de "territorios ocupados" por Marruecos, expresión que ni utiliza España ni la Unión Europea en sus relaciones internacionales. Si las chapuzas en política se pagan, esta de Ban Ki-moon es de las que hacen historia. Por si algo estaba cambiando en la geopolítica africana, Ki-moon acaba de echar a Marruecos en manos de Putin. Y no se recuerda salida más humillante de un país en conflicto de funcionarios de Naciones Unidas que la que han protagonizado los que aún se encuentran en un hotel en Las Palmas de Gran Canaria. Una vergonzante retirada más indigna que una salida a punta de Kaláshnikov. Un desliz del gran jefe y la carambola geopolítica todo lo puede complicar. Y lo que es susceptible de empeorar, empeora.