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Música International Bach Festival

Interpretación excelente de 'La Pasión según San Juan'

El primer concierto celebrado en la sala Sinfónica, del Auditorio Alfredo Kraus, con motivo de la segunda edición del Internacional Bach Festival. Tuvimos el gusto de escuchar La Pasión según San Juan, de Johann Sebastian Bach, la pasada noche del Jueves Santo.

Esta obra es la primera de las pasiones escritas por Bach en Leizipg, durante su estancia en la iglesia de Santo Tomás, como maestro de capilla. Las pasiones son obras en las que se integran, orquesta, coros y cantantes solistas. Aunque anteriormente otros compositores como Schütz habían realizado este tipo de composición, el cantor de Santo Tomás abordó el compromiso de estrenarla el Viernes Santo de 1724.

Bajo la dirección de Michael Gieler y con una orquesta de menor plantilla que la empleada el pasado año en La Pasión según San Mateo, compuesta: en la cuerda, por 5 primeros violines, 4 violines segundos, 3 violas, 2 violonchelos y una viola da gamba, junto a las madera con dos oboes, 2 flautas y un contrafagot, rematada por la interpretación del continuo, que en estas obras cobra una mayor importancia para la interpretación de los recitativos. Pudimos disfrutar de una ejecución vibrante y extraordinaria, aunque con algunas consideraciones que paso a exponer.

Asistimos a una pasión representada, donde el coro y los cantantes se movían a lo largo del escenario, dado que los coros interpretaban música polifónica, compuesta por el maestro del contrapunto, con tanto trasiego en la escena, se perdía la nitidez y el empaste de las voces ejecutantes, sopranos, altos, tenores y bajos, resultando la ejecución un tanto embarullada, sobre todo en el coro fugado Wir haben ein Gesetz y en el siguiente Lässest du diesen los, donde el coro da vueltas alrededor de Jesús y Pilatos. En las pasiones lo fundamental son los corales, aunque es verdad que en esta actuación no se movían pero tenían una distribución irregular en la escena, pero se pudo observar un cierto desajuste de la dinámica de las voces en los enlaces entre verso y verso.

La orquesta del IBF estuvo impecable con una musicalidad, afinación y empaste admirables. Destacando que, menos los primeros atriles que eran de la Concertgebouw, el resto de la cuerda era de aquí, sobresaliendo además el apoyo del continuo con Patricia Robaina al órgano, Mike Fentross a la tiorba y Johan van Iersel al chello con una actuación nítida y ajustada.

Paso a continuación a valorar a los cantantes solistas:

Destacaría del resto al tenor Jan-Willem Schaafsma, haciendo de evangelista con una dicción clara y profunda, ya lo tuvimos el pasado año, donde pudimos apreciar su nivel altísimo para este tipo de obras.

También otro que repitió este año fue el bajo Jan-Willem Baljet, muy teatral en su papel de Pilatos, y excelente en las arias de la segunda parte, su interpretación a un alto nivel.

El tenor Erik Sil tuvo que lidiar con las dos dificilísimas arias que le tocó interpretar, pues se necesitan unos buenos pulmones para cantar obras tan difíciles, ya que sabemos que Bach no deja respirar en sus obras vocales. Méritoria actuación ante este reto.

La soprano Maartje Rameloo, que la pudimos escuchar en el concierto de Mapfre. Estuvo afinada y musical interpretando dos bellísimas arias en cada parte de la obra.

Quizás el más flojo fue el contratenor Dave ten Kate, puede que estuviera un poco frío, ya que tuvo que intervenir como el primer solista, o fuera por la ubicación en la sala; apreciamos una gran diferencia entre su primera y segunda aria, magistralmente acompañada por la delicadeza de la violagambista venezolana María Alejandra Saturno.

Hay que alabar la labor de Luís García Santana, como director del coro y como San Pedro. El coro a pesar los desajuntes antes reseñados, tuvo una actuación soberbia, destacando los coros de turba, donde si venía a cuento el movimiento, y los corales.

En definitiva disfrutamos de otra memorable actuación, tanto de la batuta, así como de la orquesta, coros y solistas. Ojalá podamos seguir escuchando muchas más obras en años venideros, del insigne maestro, rescatado en el siglo XIX, Johann Sebastian Bach.

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