Mucho se ha escrito sobre el hundimiento del buque italiano Sudamérica en nuestra bahía el 13 de septiembre de 1888.

Hemos leído las crónicas de la prensa local de la época, Diario de Las Palmas, Diario de Avisos, las crónicas de la prensa de Génova que, haciéndose eco de las noticias que llegaban, escasas y no siempre fieles, en los diarios il Secolo XIX, il Corriere Marcantile y el Caffaro, dedicaron crónicas a dos y tres columnas e incluso a cuatro o seis columnas.

A bordo del Sudamérica viajaban nueve marineros italianos, cuyo buque denominado Minerva había naufragado en las costas brasileñas, una compañía de ópera que regresaba a Italia y parece ser un dato cierto que viajaban 251 pasajeros con 80 miembros de la tripulación.

La mañana del 18 del mismo mes el buque de la misma compañía NordAmerica embarcó en este puerto para repatriar a Génova a 199 pasajeros y 56 miembros de la tripulación.

En el cementerio de Vegueta, en su patio central, para perenne recuerdo de aquella tragedia llegó de Italia un magnífico monumento en mármol de Carraca del taller del escultor Paolo Triscornia.

Pero todos se han olvidado de una modesta tumba donde reposan los restos del Primer Oficial Tomaso Gallucci que esperaba contraer matrimonio al regresar el buque a Génova.

Como digo, la modesta tumba, que se encuentra en un estado lamentable, no pudo ser objeto de restauración en ocasión de los trabajos realizados en el monumento funerario, bajo la experta dirección de Miguel Rodríguez Díaz de Quintana, por falta de fondos.

En el mes de abril de 1889 en ocasión de una nueva escala del NordAmerica y con fondos de la compañía La Veloce y la aportación de tripulantes costearon la tumba y una lápida que llegó de Génova rematada por la estrella que ostentaban todos los buques de la citada compañía y donde se leía, hoy desgraciadamente casi desaparecida: Alla Memoria del Capitano Tomaso Gallucci

1º Uff. Del Piroscafo SudAmerica che nel Naufragio del suddeto Piroscafo vittima del suo dovere sacrificava generosamente la vita.

Il Comandante gli Ufficiali del Piroscafo

NordAmerica reverenti posero. Aprile 1889.