La Provincia - Diario de Las Palmas

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A la intemperie

No es tan difícil

Nuestro ministro del Interior decía en la radio que compartir inteligencia no es fácil. Hablaba de los atentados de Bruselas y se refería a la falta de coordinación entre los servicios de espionaje de los países europeos. Lo cierto es que la frase podía sacarse de contexto sin perder sentido. Compartir inteligencia no es fácil, en efecto. Lo primero, para compartirla, es poseerla. Y luego de poseerla, colocarla encima de la mesa, como una tarta de cumpleaños y repartirla entre los invitados. Hoy por hoy, y a juzgar por los programas más vistos de la tele, se comparte mejor la estupidez. Si ustedes se fijan, hay congresos de todo menos de estúpidos. Los estúpidos no necesita reunirse en un hotel, con ponencias agotadoras desde la mañana hasta la noche, porque sus cabezas trabajan en red, como los ordenadores. Y se trata de una red en la que estamos atrapados todos al modo en el que todos estamos contenidos en internet.

Conste que no me refiero a la estupidez peyorativamente. En cada uno de nosotros hay una cuota de simpleza. A veces dos o tres. Quien más, quien menos, todo el mundo tiene que lidiar con el idiota que lleva dentro. La pregunta es por qué el idiota tiene más habilidades sociales que el inteligente. El idiota se gana al público con una facilidad pasmosa. Un día, en un avión, el vecino de asiento, un hombre de unos sesenta años, me confesó que él solo tenía amigos tontos.

- ¿Y eso? -le pregunté.

- La vida me ha llevado por ahí -dijo.

Y él era listo, incluso muy listo. Dirigía una editorial que había fundado en su juventud y en la que publicaba preferentemente libros de ensayo. Tenía olfato para saber a quién debía publicar, pero no para elegir con quién se iba a cenar. Viajábamos a México y como el vuelo duraba muchas horas, temí que intimáramos hasta el punto de que me invitara a cenar. No lo hizo, pero tampoco me pidió un libro para su catálogo. No sé. En la prehistoria, los cazadores recolectores trabajaban en grupo, perfectamente coordinados, para abatir a sus presas. Eso es compartir inteligencia. A primera vista no parece tan difícil.

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