No cabe duda que anoche, pese a los grandes nervios que pasé, me llevé una grandísima y grata alegría con el triunfo, que considero muy justo, del Real Madrid en el Camp Nou.

Sin embargo, he de reconocer que no pude ver el partido completo. Al menos en directo, porque para hacer estas líneas y después de conocer el resultado, lo he visto en diferido. Poco antes de la llegada del gol de Piqué me tuve que ir de delante del televisor y apagarlo.

Con todo, creo que el resultado es justo. El Real Madrid ha sido el justo vencedor del encuentro. Yo confiaba en la victoria, y ello a pesar de que el Barcelona tiene un grandísimo equipo, aunque el Madrid también tiene un buen equipo.

Y es que, como ya he dicho en otras ocasiones recientemente, ahora se nota cómo han cambiado las cosas en el vestuario blanco. Ahora, con Zidane en el banquillo, el Madrid ha mejorado mucho. Como ya dije, se nota que el francés ha sido jugador. Los jugadores están mejor preparados y sabe lo que pasa en el vestuario. Haber sido futbolista influye y mucho en el juego.

Permítanme un inciso para decir que es lo mismo que pasa en la UD Las Palmas con Setién, que al haber sido jugador, también influye positivamente en el juego del equipo, y me alegró muchísimo asistir al triunfo sobre el Valencia, que también confiaba en ello pese a la desgraciada jugada que supuso el gol de los ché. Jugando así, la UD Las Palmas se va a salvar, no tengo ningún tipo de dudas.

Y de vuelta al clásico, un partido que volvió a ser de tú a tú, el resultado va a dar moral, mucha moral, al Real Madrid. Pero no para la Liga, que pienso que con la distancia de puntos que tiene el Barça a su favor ya la ha sentenciado, sino para la Copa de Europa, que debe ser el gran objetivo del Madrid en esta temporada. Le ha tocado un rival asequible y a poco que pueda estará en la final, y más descansado que sus rivales.