El diputado de Podemos por Tenerife, Alberto Rodríguez, el de las rastas, se estrenó ayer con nervios en la tribuna de oradores del Congreso con una iniciativa para subir el salario mínimo. Con voz emocionada, ha criticado con dureza los salarios "de miseria" y "de vergüenza" que cobran muchos españoles, la existencia de ofertas de empleo que apenas sirven para pagar los gastos de transporte o como en Canarias, trabajan "como animales" para no llegar a los 700 euros. "Me pregunto si algunos de ustedes tendrá la poca vergüenza de votar en contra de esta subida mientras ingresan más de 4.000 euros al mes de dinero público", recalcó y golpeó sin querer el micro: "¡Huy! ¡Que me cargo el micrófono!", dijo espontáneo. También recordó las palabras que le dijo su madre cuando supo que hablaría en la tribuna de la Cámara. "Mi niño, no tengas miedo, sube allí arriba para darles voz a los que ni siquiera saben que la tienen", relató. Alberto Rodríguez volvió a su escaño mientras toda la bancada de Podemos, con Iglesias, Errejón o Bescansa, a la cabeza, le aplaudía puesta en pie.