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El callejón del gato

De Felipe González a Pablo Iglesias

Existe un paralelismo político claro entre Felipe González y Pablo Iglesias o por lo menos es de desear que así ocurra. Evidentemente, el carisma de Felipe es difícilmente igualable, sabía manejar la camisa desabrochada y la chaqueta de pana con maestría; nada que ver con el de Podemos. Felipe fue y es un analista de su tiempo como pocos han sabido hacerlo. Muchos hacen votos porque Iglesias siga la senda de Felipe y pase, desde la radicalidad en la que se encuentra instalado, a una evolución hacia un socialismo moderno y, sobre todo, que no produzca ni el rechazo ni el pánico que hoy por hoy suscita entre el centro izquierda y qué decir del centro derecha. Posiblemente tendría que dimitir Pablo, aprovechando la crisis en la que se encuentra envuelto, para regresar en olor de multitud, como ya hizo González en su día; con la salvedad que el ultimo lo hizo después perder una votación por proponer abandonar el marxismo y el primero aún no se le ven maneras de abandonar la idea ya mantenida de "tomar el cielo por asalto" desde las acampadas de la Puerta del Sol.

En honor a la verdad, la percha y zalamería de Felipe no se le ve al coletas que se pasea con zarcillo, barba rala, andar cansino y encorvado. Felipe tiene en su haber, entre otras cosas, la educación, seguridad social , OTAN, aunque "de entrada, no" pero bueno, después sí; hasta la entrada en Europa con Expo y Juegos Olímpicos incluidos.

Del otro lado Pablo no tiene sino el viejo adagio del valor se le supone como en la mili, pero su álter ego, Íñigo Errejón, ya le ha dicho por activa y por pasiva que o modera su discurso "anti-todo" o se va a quedar más solo que la una. Bueno sólo lo que se dice sólo, no, le acompañan Monedero, la Montero y Bescansa por lo que ya va bien servido. Pablo critica a González que haya acabado en una empresa del Ibex 35. Querido Pablo, todo es cuestión de tiempo o, ¿ es que a su señoría no le gusta vivir bien? Lo de ganar tres veces el sueldo mínimo es como el sarampión, ya veras como se te pasa y, a otra cosa mariposa. Felipe se fumaba los puros que le regalaba Fidel Castro mientras que de Pablo aún no sabemos qué le regalaba Chávez en su día y qué le regala ahora Maduro o ¿ sí lo sabemos?

La celebérrima frase de Felipe en la que afirmaba que hay que ser primero socialista que marxista lo catapultó definitivamente a casi catorce años de liderazgo absoluto, con el viso de quitarle el récord a Franco si no llega a ser por el contubernio de la prensa en su momento encabezada por Jiménez los Santos, Luis María Anson y Pedro J. Ramírez que desde las columnas de El Mundo le dieron estopa para dar y repartir. Igual parece lo que ahora le están dando a Rajoy apenas habiendo estado cuatro años. Y una cosa que no debería perder de vista Pablo Iglesias es que el progreso no consiste en aniquilar hoy el ayer, sino, al revés, en conservar aquella esencia del ayer que tuvo la virtud de crear ese hoy mejor.

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