Hace cosa de seis años se constituyó en Estados Unidos una curiosa asociación bajo la denominación de Millonarios Patrióticos, en la que participaron algunos personajes tan notorios y famosos como Bill Gates y Warren Buffet, considerados respectivamente como el primer y el tercer hombre más rico del mundo. Un grupo de gente que decía sentirse muy preocupada por la enorme brecha social que estaba creando el sistema capitalista entre una élite cada vez más adinerada y una masa con crecientes dificultades para encontrar trabajo y llevar una vida digna. Situación, alertaban, que podría volverse peligrosa para la pervivencia del mismo sistema y por tanto para la buena gobernanza del país. Una de las primeras comparecencias públicas de la mencionada asociación fue un artículo firmado por Buffet y publicado en The NewYork Times en el que se criticaba al presidente Obama por permitir que los ciudadanos de clase media y baja, es decir la inmensa mayoría, cargasen con todo el peso de la recaudación fiscal mientras ellos, los multimillonarios, pagaban un porcentaje ridículo de los impuestos en comparación con sus enormes fortunas. De hecho, señalaba Buffet, mientras él había pagado en impuestos el equivalente al 17,4% de su renta los empleados de sus empresas lo habían hecho en porcentajes que iban del 33% al 41% por término medio. Pero no solo la clase asalariada cargaba sobre sus espaldas con un injusto trato fiscal sino que además debía luchar con las armas en la mano para defender en todo el mundo los intereses de esa elite privilegiada. "Mientras las clases medias y bajas", escribía Buffet, "luchan por nosotros en Afganistán (y en otros lugares), los megarricos continuamos teniendo exenciones fiscales extraordinarias". De vez en cuando, nos llegan noticia sobre las actividades de Millonarios Patrióticos, una entidad a la que, en nuestra absoluta ignorancia en temas financieros, suponíamos una mayor capacidad de influencia sobre el gobierno de Washington. (¿Si los hombres más ricos del mundo piden que les suban los impuestos hasta alcanzar el porcentaje que pagan la clase media y la baja, qué rayos impide que lo hagamos?) Así, hace cuatro meses emprendieron una campaña bajo el lema "Liberar el Congreso" para denunciar la responsabilidad de los lobbys en la existencia de una legislación fiscal favorable a los intereses de los ricos. Una tendencia que se acentuó notablemente bajo la presidencia de los republicanos Ronald Reagan y George W. Bush y que, desgraciadamente, no ha cambiado de rumbo en etapas posteriores. Y la semana pasada supimos que la facción neoyorquina de Millonarios Patrióticos dirigió un escrito al gobernador de aquel estado, Andrew, solicitando un aumento de los impuestos para los ricos, al tiempo que denunciaban las dificultades económicas por las que pasa, mientras tanto, buena parte de la ciudadanía, así como el deterioro de las anticuadas infraestructuras del Estado. No es desde luego una declaración de principios asimilable al Manifiesto Comunista, pero se parece bastante a lo que entendemos vulgarmente como un proyecto socialdemocrata.
