Obama bailó el tango en Buenos Aires con una tanguera profesional que levantó la rodilla justo para la foto y ocultar que él no sabía ni dónde pisaba. Rajoy lo baila -en sentido figurado, se entiende- en Madrid con Rita Barberá para que no quede desaforada, y reaccione desaforadamente como Bárcenas.
En la Argentina, Néstor Kirchner había puesto a su esposa de presidenta para seguir mandando él; pero un inoportuno infarto lo borró del mapa y tuvo que mandar ella sola. Y cuando terminó el primer mandato, como los argentinos tienen alma de culebrón sentimental y tanguero, reeligieron en masa a la pobre viuda... que se hizo viuda rica, multiplicando su patrimonio por 2000 o así. Dicen, y tienen pruebas.
De esta concatenación de sucesos, y otros, el poder allí le vino a caer a Mauricio Macri -expresidente de Boca- a pedir de boca. Ahora manda la derecha. Los transportes y la luz subieron un 300% o así, y los despidos de a decenas de miles. Mauricio no es un micro Macri sino un macro Macri. Rajoy le debería pedir consejo, pues MM lo hizo todo con minoría en el Congreso.
Z USA
En USA frente a los triples marcados por Trump, que lo llevan a seguro candidato republicano, parece claro que las elecciones generales las ganará la Hillary. ¿A quién llevará de vice? No se sorprendan si lo lleva a Bill, su marido, para que tenga un cargo más honorable que el de Primera Dama varón. Y/o repetir lo de los K en la Argentina. Porque Bill de eso de gobernar sabe mucho más que ella, que metió la gamba con los emails y -mucho, pero muchísimo más- con Libia, donde se serruchó a Gadafi (¿Khadafi?), algo esperpéntico, pero negociador, inteligente, y el único que controlaba Libia, país nada liviano, imposible de controlar sin él.
Es todo un Juego de Tronos aunque sin desnudos. Por ahora. Nunca se sabe.