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Teatro ' La calma mágica'

El colmo mágico

Las personas que han tomado sustancias alucinógenas suelen relatar que la mayoría de las veces la naturaleza de la experiencia que han experimentado a consecuencia de la ingesta es inexpresable, porque va más allá de cualquier sensación que pueda ser descrita a través del lenguaje. Me gustaría creer que ese era el objetivo de Alfredo Sanzol cuando escribió La calma mágica porque la historia comienza con una entrevista de trabajo en la cual la examinadora ofrece al aspirante unos hongos alucinógenos, y a partir de ahí todo se reduce a una serie de disparates que se suceden hasta componer una obra sin pies ni cabeza.

Quizás el objetivo era transmitir una historia tan absurda, caleidoscópica e imposible como la que se tiene en un viaje de hongos psilocibios, pero aun así esta comedia me parece un poco demasiado incomprensible incluso para los patrones de una comedia lisérgica. Todo podría parecer una comedia de malentendidos si tuviera poco más de sentido, pero la incapacidad del espectador de poder discernir qué es exactamente lo que está viendo durante más de hora y media transforma la obra de una comedia de malentendidos a un malentendido de comedia.

Durante el transcurso de la representación el espectador espera ver algo que aporte un poco de sentido al singular desfile de personajes, un conejo de peluche que habla, una joven desnuda, un elefante rosa parlante, pero nada de eso sucede. Finalmente las sabias palabras pronunciadas por la sosegada voz del padre aportan algo de sentido a la sinrazón, pero no el suficiente como para finalmente poder entender de qué iba todo.

En ese aspecto la obra desaprovecha la magnífica oportunidad de hacer ver al público, mediante un imprevisible giro argumental, que todo había sido un sueño, una alucinación o algo semejante, y revelar el sentido oculto de la obra.

Lo mejor de La calma mágica son los actores, que consiguen salvar una comedia que de no ser por su solvente interpretación sería insoportable y gracias a ellos se queda simplemente en inescrutable e incoherente.

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