El Paseo de los melancólicos (arteria que linda con el Vicente Calderón) no quiere hacer justicia a ese nombre esta noche. El choque de dos modelos antagónicos en el templo de los rojiblancos será a muerte. Valientes contra favoritos se las tendrán en un combate donde solo puede quedar uno.
Doblegar a Messi & Cía., que ya no son tan imbatibles tras sus dos últimas derrotas en Liga, es el objetivo más codiciado de un Atleti herido. La actuación del árbitro en el partido de ida de cuartos de final de Champions aún escuece en la retina de los colchoneros, que lucharán por colarse en la que sería su tercera final en esta competición.
La temperatura en la ribera del Manzanares subirá varios grados cuando el estilo azulgrana encuentre en el modelo rojiblanco su contraposición. Ambos conjuntos, acostumbrados a regalar a los amantes de fútbol goles color pasión en este tipo de encuentros, volverán a brindar un partido que promete ser un auténtico duelo de inmortales.
Con la "maldita estadística" en mano, que decía Mark Twain, los pupas tienen las de perder. En los últimos siete partidos entre Luis Enrique y Simeone, el resultado es más que elocuente: 7-0. Atrás en el tiempo, en la primera ocasión en que se enfrentaron estos equipos (1929), el Barcelona derrotaba cuatro cero al Athletic de Madrid (así se llamaba en aquel entonces). De siempre, el Atletico se ha topado de frente con su auténtica bestia negra, aunque como recuerda la crítica ácida de D. Barcia, también ha firmado partidos de ensueño que enamoran al aficionado.
El Atleti, que tumbó al Barça hace dos años en la misma ronda de Champions, tendrá que esquivar el tridente más mortífero del planeta fútbol y acertar de cara a gol para abrazar de nuevo la victoria. Frenar a Messi será la principal consigna de los rojiblancos. Las dudas que han mostrado los culés y el bajón físico que acusan serán el mejor aliado de Simeone para lograr el reto.
Del olfato goleador de Antoine Griezmann depende en gran medida borrar la imagen icónica del Barça. La elevada exigencia de este partido para héroes multiplicará por miles la tensión. El glorioso tiene en sus botas (con permiso del de negro) hacer bueno eso que cantaba Sabina: qué manera de sufrir, qué manera de soñar, qué manera de vencer.
