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La que se avecina

Zaha ha muerto. ¡Viva Zaha!

Ha muerto a los 65 años de edad Zaha Hadid, arquitecta estrella por antonomasia. Los medios de comunicación nos han llenado de imágenes de sus a veces estrambóticos, llamativos, y siempre carísimos edificios y construcciones.

¿Qué es la arquitectura? El gran César Pelli -también arquitecto estrella pero menos estrambótico que Zaha- ha definido la profesión como "a problem-solving art" (lo dijo en inglés pues estaba en USA), o sea "un arte solucionador de problemas". Un cuadro, una escultura, una sinfonía, son también arte, pero no solucionan problemas reales. Nadie debe ducharse, cocinar ni dormir (ni mirar cuadros) dentro de una escultura (salvo que ésta sea el Guggenheim de Bilbao), o protegerse de la lluvia o el viento con un Velázquez o un Picasso; para eso está la arquitectura.

Ahora hemos visto en los medios muchas imágenes de las obras de Zaha. A mí, como arquitecto que soy, algunas obras suyas me gustan mucho, otras menos. Pero todas tienen algo en común: son novedosas, distintas, originales. (Y también muy caras. Típico de épocas de crisis -y de todas- se construye para gente y países con mucho dinero).

En España

En España hizo un puente en Zaragoza en el 2008 del cual hablaremos luego, y en Madrid en la Ciudad de la Justicia un proyecto excelente, funcional -¡y simple!- la Corte Civil que no sé si se construirá o ya se hizo. Vale la pena mirarlo (ver Google: http://de.construmatica.com/zaha-hadid-juzgados-de-lo-civil-madrid/). Háganlo. Espero verlo en realidad algún día.

Zaha era mujer, árabe (nacida en Irak pero basada en el Reino Unido) y no especialmente guapa, pero sí muy buena peleadora (el dios de la arquitectura es Marte); y se ha salido casi siempre con la suya construyendo obras muy importantes en todo el mundo, mostrándonos que en arquitectura también "los tiempos están cambiando". ¡Bravo por ella!

Cuenta

Sartre, Camus, y/o los existencialistas franceses que marcaron el siglo XX decían que morir era trazar la línea final en una cuenta, y ver el resultado. Gran verdad que aún nadie -que yo sepa- ha refutado.

Al morir Zaha Hadid el resultado de su cuenta es positivo. Asumió el compromiso de modificar la realidad -algo importante y difícil- y que ésta no quedara después peor sino mejor que antes. Y lo logró. Intentó mejorar en algo partes de la vida diaria de millones de personas -y de las ciudades y de sus entornos- y también lo logró.

Basta cualquiera de sus interiores para ver su preocupación por el usuario, su proyección (para hacer un proyecto hay que proyectarse) en él. Son edificios para la gente; no para su ego de artista (como lo son muchos de Ghery y Calatrava. Zaha jamás haría un teatro con un escenario que no fuera visto bien por los espectadores como el español, o caricaturas de edificios como el canadiense).

También Zaha revolucionó la profesión. Frank Lloyd Wright decía que el siglo XX nos proveía una maravillosa (sic) caja de herramientas para construir, y que debíamos utilizarlas. Zaha Hadid hace suyo ese desafío adaptándolo a nuestro siglo XXI, con la informática y la tecnología de avanzada, y eso le permite una enorme libertad. Desde Alvar Aalto que no se veía en la arquitectura tanta libertad, tanta independencia de criterio para cada obra.

Zaha en Zaragoza

El puente-pabellón-museo de Zaragoza (año 2008) antes mencionado es muy interesante y necesitaría más espacio que este artículo. En una gran síntesis de sus 4 funciones: puente, entrada a la Expo, pabellón y museo, y está basado sobre una idea estructural de sección romboidal y triangular creando múltipes espacios, a veces conectados entre sí, para utilización, goce y aprendizaje de los usuarios. Y además mejora el paisaje, y mucho (ver Google: https://www.flickr.com/photos/ottavala/11627304306 y otros). También ha utilizado allí materiales novedosos, como la Fibra C, puramente mineral y degradable en las "aletas de tiburón" que se adaptan a las curvas de la cubierta y fachada y claro, hormigón armado con fibra de vidrio.

Hay docenas de edificios suyos por el mundo, y probablemente muchos sean tan interesantes o más que esos dos ejemplos españoles. Desde luego Zaha se ha ganado un puesto de honor en la historia de la arquitectura. Brunelleschi, Michelangelo debían hacer la pelota a los papas; sus proyectos eran muy caros. También lo son los de Zaha. Y también valen la pena.

En los obituarios mediáticos (ya sabemos de la necrofilia digna de un dios egipcio, de los medios: Marilyn, Grace, los Kennedy y demás siguen muriendo cada año) se ha insistido mucho en que Zaha era mujer y en que fue Premio Pritker (¿hasta cuándo seguirán llamándolo el Nobel de la arquitectura, cuando no lo es; a lo sumo un Pulitzer, premio de monto y prestigio mucho menores que el laurel sueco). Se insiste mucho en que Zaha era mujer y en el machismo tradicional -cierto- de la construcción. Pero yo, quizá hilando fino, diría que hay siempre algo femenino en la obra de Zaha. Quizá algo hasta maternal. Es, desde luego, una impresión personal mía.

Con la muerte de Zaha he hecho un recorrido en la red por su obra y salí muy beneficiado, enriquecido. A quien le interese la arquitectura, se lo recomiendo. Ver Google:http://www.theguardian.com/artanddesign/2016/mar/31/zaha-hadid-10-best-buildings-in-pictures, o también: http://www.zaha-hadid.com/

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