Gran Canaria tiene un acervo cultural importante de caminos, por los antiguos de herradura, caminos reales, veredas y senderos que se enlazan entre sí. El turismo tanto interior como foráneo ya no es solo de sol y playa. La recuperación, mantenimiento y limpieza de esta red tiene un costo económico que pagamos con dinero público y que una vez reparados a los pocos días aparecen destrozados por el paso de motos, bicicletas, quads, etc. Rompen todo empedrado, sus sistemas de drenaje para facilitar las escorrentías y si no hay empedrado el surco. Toda la isla es un circuito para las ruedas, en el resto de las islas se controla y sanciona, también es verdad que existen circuitos establecidos para su utilización. Lo cierto es que estas actividades están prohibidas, es habitual ver a a caminantes que se tienen que apartar para no ser atropellados.

Esos deportistas de las ruedas entran en Güigüí y no pasa nada, además en muchos casos hacen negocio con la actividad que luego con dinero de todos tenemos que reparar.