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El análisis

Planificación económica y empleabilidad

Los cambios en los modelos productivos y en las organizaciones sociales llevan aparejados, indefectiblemente, cambios en el empleo. Cuando abordamos, pues, el proceso de tránsito de Canarias hacia la Sociedad del Conocimiento es necesario generar e impulsar los cambios en las competencias que se precisan para las nuevas profesiones. Ya no vale planificar para la eficiencia, para la productividad. El imparable avance de la inteligencia artificial nos obliga a aprender a ser y a hacer de manera diferente. La transformación del empleo, y por tanto la empleabilidad, dependerá del nivel de competencias y de habilidades. La gestión del cambio nos obliga a digerir que no somos lo que decimos que somos; sino que somos lo que hacemos.

Además del conjunto de medidas que resulta necesario apuntalar en materia de Educación Superior, en Canarias debemos de acometer -con carácter inmediato- algunas decisiones para tratar de armonizar los tiempos de planificación político-institucional con los procesos formativos y, sobre todo, con la adquisición de competencias y habilidades que faciliten el empleo a las personas que se incorporan al mercado laboral.

En el Archipiélago está en vigor, desde el 1 de enero de 2015, una potente arquitectura de herramientas fiscales, como consecuencia de la reforma de la parte fiscal del Régimen Económico y Fiscal, con el visto bueno unánime del Parlamento de Canarias, la aprobación del Gobierno de España y la sanción definitiva de la Unión Europea. Ha sido una apuesta para articular un conjunto de medidas económicas y fiscales que nos permitan compensar las desventajas de la lejanía y la insularidad y crear empleo. Se ajustaron todas las herramientas para, por un lado, afianzar los sectores económicos asentados y por otro, como gran apuesta, incorporar nuevas actividades económicas que contribuyan a variar, a diversificar, la base del tejido productivo canario.

Con la mirada puesta en el Horizonte 2020 y en los contenidos recogidos en la Estrategia de Desarrollo Inteligente, se ha realizado un enorme esfuerzo para robustecer herramientas -como la Deducción por Inversiones o la Zona Especial Canaria- orientadas a dinamizar la economía y el empleo; entre otras cosas porque el listado de actividades que se ha conseguido está puesto al servicio de la diversificación, de las nuevas actividades.

Está concluido, por tanto, el proceso de planificación para favorecer el impulso de la actividad económica. A poco más de un año de su entrada en vigor nos permitimos afirmar, además, que tal planificación ha sido acertada si hemos de juzgarla por el nivel de atracción de proyectos que está suponiendo. La Zona Especial Canaria, por ejemplo, permite comprobar cómo la apuesta del Parlamento y el Gobierno de Canarias por internacionalizar su economía, reformar el valor geoestratégico del Archipiélago e impulsar las Tecnologías de la Información y la Comunicación, así como la Innovación y el negocio audiovisual, en sus múltiples vertientes, está cosechando resultados beneficiosos.

Ahora bien, el reto lo tiene planteado la sociedad canaria y sus instituciones en alinear el esfuerzo y las fortalezas de las herramientas económicas con la orientación de la formación de los recursos humanos. Estamos en el tiempo de descuento para ajustar todos los mecanismos necesarios y adecuados que den respuestas ágiles a los nuevos perfiles de empleo; a los perfiles que demanden las empresas que ya operan, o que están en expectativa de operar en Canarias con carácter inmediato.

Empresas logísticas que demandan personas especializadas en tráficos de mercancías; empresas del sector de la reparación naval asentadas en los grandes puertos canarios, que precisan personas con variados perfiles para el desempeño de múltiples actividades asociadas; empresas que requieren personas con cualificación y competencias en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación, y los innumerables nichos de negocios que amparan; empresas que necesitan personas que puedan trabajar en el inmenso abanico de oportunidades que ofrece el sector audiovisual, del videojuego y de la gamificación. Esos son nichos de altísima empleabilidad en Canarias que se están solicitando en el presente; es decir, ahora, ya.

Es evidente que las dos Universidades públicas canarias tienen mucho que decir y hacer, así como las Universidades privadas que ya se encuentran operativas. Pero, en nuestra opinión, el eje para favorecer y satisfacer la demanda de empleos se encuentra -también en la Educación Superior-, pero esencialmente en la Red de Centros Integrados de Formación Profesional. Disponemos, a mi juicio, de esa potente fortaleza si somos capaces de conectarla a la oportunidad que representa la demanda y proactividad empresarial, y si apuntalamos, simultáneamente, el emprendimiento y la gestión del cambio. De un cambio que nos obligue a colocarnos en una situación de "beta permanente". Precisamos cualificaciones para el empleo específico, vinculadas a ramas productivas concretas, diseñando cápsulas y pasarelas formativas, que nos permitan segmentar la formación.

Sólo en el ámbito TIC el crecimiento del empleo previsto en España supera el 39.9% en el 2016, respecto al 2015. Los Colegios Profesionales de Ingeniería Informática manifiestan que el 94,1% de las personas que se han formado en TIC tiene un empleo en la actualidad. A lo que se suma que el 79,3% tiene un contrato estable.

La economía digital, en sus múltiples vertientes, es un sector en alza. Los impactos de los potentes cambios tecnológicos están afectando de lleno a todo tipo de empresas, lo que provoca la demanda de nuevos perfiles laborales y diferentes cualificaciones profesionales.

El reto inmediato, por ello, es dar respuesta a la solicitud de empleo que plantean las empresas que se instalan en el Archipiélago. La respuesta articulada debe darse desde el sistema de Educación Superior, especialmente desde la Formación Profesional, con flexibilidad, adaptabilidad y una adecuada gestión del cambio, y con liderazgos apuntalados en los centros de formación.

La potenciación de la formación para el empleo debe apuntar hacia el alto conocimiento que suponga alta capacidad para interpretar y para decidir.

(*) Miembro del Foro Catpe sobre el Tránsito de Canarias hacia la Sociedad del Conocimiento

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