La Provincia - Diario de Las Palmas

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Opinión

Bienvenue à Lady Decathlon

Tamaraceite ha sufrido una transformación urbanística brutal en los últimos quince años, que no se ha visto compensada con nuevas infraestructuras ni sociales ni de servicios que puedan abastecer las demandas de la población real ni de la flotante. En el plan parcial Tamaraceite Sur con casi medio millón de metros cuadrados, que discurren entre Tamaraceite y la Circunvalación GC-2, está prevista la mayor expansión urbanística de la capital grancanaria en la próxima década, que duplicará la población actual del barrio. La parcela donde está ubicado el centro comercial abarca una superficie de casi 15.000 metros cuadrados, y se localiza en el mismo parque comercial donde ya se instaló Leroy Merlin hace más de un año. A propósito de la llegada de la nueva tienda francesa a Tamaraceite, he estado viendo un estudio de Francisco Javier Toro, profesor del Departamento de Análisis Geográfico Regional y Geografía Física de la Universidad de Granada. Su título Los centros comerciales. Espacios postmodernos de ocio y consumo, y afirma que los centros comerciales han sido los impulsores de la evolución reciente de las áreas periurbanas en España. Continúa diciendo que, prueba de ello es el mapa de distribución de los centros comerciales donde se aprecia que las áreas metropolitanas, así como los núcleos urbanos de áreas litorales, son un verdadero reclamo para visitantes y turistas. Este mismo autor apunta asimismo que ligados a su desarrollo aparecen procesos especulativos derivados de la venta de suelo rústico o de las expectativas generadas tras la apertura de vías y ejes de comunicación, y también afirma un tercer aspecto, desde el poder político, los centros y áreas comerciales se promueven como iniciativas públicas, respondiendo a demandas de ocio y de esparcimiento, cuando en la mayoría de los casos son el resultado de nuevas expansiones urbanísticas, de áreas residenciales donde se antepone lo privado, el hermetismo o la segregación social frente a lo que tradicionalmente ha definido la vida urbana: la interacción entre el individuo y la comunidad, la convivencialidad o el uso compartido de lugares. Todas estas afirmaciones de un experto geógrafo parece que estuvieran inspiradas en Tamaraceite, donde podemos ver cómo la escasez de suelo urbanizable en la ciudad ha llevado a que se hayan producido recalificaciones de parcelas para que puedan ser vendidas al mejor postor en pro del mal llamado "progreso", importando poco el interés público sobre el privado. Un patrón que no es nuevo y que se repite en muchos lugares de España y del mundo moderno. Como decía en este mismo medio hace poco menos de dos años, cuando se inauguraba Leroy Merlin, no es que en este distrito la gente esté en contra de Decathlon, ni de las zonas comerciales, lo que a la gente le duele es que no se haya tenido en cuenta realizar un "encaje" armónico entre la zona comercial y nuestro territorio, una mezcla entre lo urbano y lo rural, con más sabor a pueblo que a barrio. Las compensaciones que no llegan y las promesas se quedan en proyectos en el aire como el Corredor Verde, por poner un ejemplo. En Tamaraceite ya las vemos venir y como decíamos desde que comenzaran las obras, se nos avecina un problema de tráfico importante que se verá acentuado con la apertura de la nueva fase de la Circunvalación desde Arucas a Tamaraceite y que vendrá a ahogar, más si cabe, a esta población de más de 50.000 almas.

Las instituciones se deben poner de acuerdo para atajar estos problemas que se nos vienen encima y que no van a hacer más que seguir aislando a la gente que habita en esta tierra del calle de Atamarazait, que en otro tiempo fuera valle de palmeras, fincas de plataneras y estanques y que en poco tiempo no será más que un recuerdo.

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