Qué hay que pedir ahora, tras haber fracasado la formación de gobierno a través de pactos? Que tengamos conciencia del error de partida, por unos y por otros, que ha presidido todo ese proceso: no haber tomado razón de dónde estamos y de dónde venimos. Estamos en Europa, y por estarlo nos movemos en el marco que define un Gobierno europeo, con un estrecho margen político y económico. Y venimos de la crisis más profunda de sesenta años acá, de la que apenas hemos empezado a salir después de haber sido rescatados (esa es la palabra) por nuestros socios. Por tanto, se quiera ver o no, nuestra soberanía efectiva es hoy muy limitada, y nuestra autonomía de movimiento es la de alguien que ha pasado del quirófano a una habitación en planta, compartida con otros pacientes (Irlanda, Portugal, Grecia). Por favor, que esta obvia realidad esté presente en discursos, programas y campaña.
