La Provincia - Diario de Las Palmas

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Juan Melián, irrepetible profesor

Lo acabo de leer en un reclamo publicitario por el Día de la Madre: "Una prueba de que el amor es ciego lo tenemos en esta realidad: tu madre te amaba ya antes de verte". Unas páginas más delante me invitan a la exposición de fotografías del fondo de don Juan Melián Cabrera, ilustre profesor grancanario, cofundador y codirector del Colegio Viera y Clavijo, antiguo alumno de la Residencia de Estudiantes de Madrid, época y lugar donde el profesor Melián se inició en el arte de la fotografía que cultivó hasta su muerte ocurrida el 22 de noviembre de 1964. Instintivamente, el axioma sobre el amor maternal y paternal lo transfiero a los profesores y formadores que en el ejercicio de la docencia cumplieron una específica misión de extraordinaria incidencia trascendental en sus discípulos. Uno de ellos, como es mi caso, es don Juan Melián Cabrera, excelente profesor a los que muy pocos discípulos -segurísimo que ninguno- tienen en el olvido.

Me gusta evocar con nostalgia la relación maestro-discípulo, algo que, desgraciadamente, ya no abunda. Tuve la fortuna de vivirla con los mejores profesores de mi etapa de alumno del Colegio Viera y Clavijo, institución que más que un Colegio transmitía espíritu y calor de familia, de hogar? Don Juan no sólo enseñaba. Fue un excepcional profesor que nos hizo posible amar y cultivar el ejercicio de la Gramática Española en el Viera, fresca y refrescante en nuestra memoria hasta el día de hoy. Él siempre nos llevó a buscar la excelencia. Desarrolló habilidades en nosotros, por ejemplo la retentiva y la capacidad de análisis. Fue tan auténtico, tan meticuloso en su enseñar que dejó huella imborrable en todos sus discípulos. Él promovió en mí el gusto y la afición por la gramática.

Nacido en Las Palmas de Gran Canaria el 29 de septiembre de 1900, a los siete años ingresa en el Colegio San Agustín, cuando don Diego Mesa de León era director del centro. En él permanece hasta 1915. Se trasladó a Madrid para estudiar Francés y Magisterio. Durante su estancia en esta capital vivió en la inolvidable Residencia de Estudiantes. A los 18 años se graduó como maestro. El 30 de enero de 1920 inicia su actividad docente al entrar como profesor en la Escuela Normal de Magisterio y, poco tiempo después, ingresó como profesor de Francés en el Instituto Nacional de Enseñanza Media de Las Palmas y, al crearse el Instituto Femenino Isabel de España, pasó a impartir sus clases en este centro.

En 1932 funda, con los profesores Santiago Sánchez Yánez, Pedro Cúllen del Castillo, Agustín Martinón Fernández y Ernesto Cantero Arocena, el Colegio Viera y Clavijo. El 13 de noviembre de 1941 adquirió, con Pedro Cúllen del Castillo -en escritura otorgada ente el notario Antonio Tresguerras Romero- a María Luisa Farinós y de la Rosa y a María de la Encamación Millares Farinós, esposa e hija del médico Luís Millares Cubas, el edificio situado en la esquina de las calles López Botas y San Idelfonso (actualmente llamada Luís Millares) y que fue sede del colegio Viera y Clavijo.

Fue gran aficionado al cine y asistía con frecuencia a la proyección de películas en las siempre encontraba algo positivo, que le interesaba y satisfacía. Excelente fotógrafo, desde principios de la década de los años 20 del pasado siglo y hasta 1952 utilizó una cámara Leica, con la que realizaba fotos en blanco y negro de su familia, amigos y rincones de la capital y pueblos del interior de Gran Canaria así como en lugares que visitó en sus viajes. Más tarde adquirió una cámara View Master con la que hizo fotografías que se podían ver en tres dimensiones y en color. Con los años, creó un amplísimo y excelente fondo, del que ahora se expone una exquisita selección.

Muchas generaciones recogimos de él su instrucción, su ejemplo siempre admirable y constructivo en el desarrollo de su amplia y meritísima labor docente en nuestra isla. Por sus excelentes dotes profesionales y humanas, el profesor Melián Cabrera gozó de gran consideración en la sociedad canaria. Es hora que en la plazoleta que lleva su nombre se instale un busto que recuerde su rostro y su mirada que siempre transmitieron respeto y amor.

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