Pedro Sánchez cabalga hacia la indignidad que es sinónimo de indecencia, para estupor de quienes algún día lo confundieron con un candidato de izquierdas. Ni siquiera se atrevió a llamar "indecente" del todo a Rajoy, en el debate de las elecciones asesinadas por el candidato socialista. Ahora pide perdón al PP por lo que no se atrevió a decir. El secretario general del PSOE quiere orientar así a los comentaristas desencaminados, que insisten en no enterarse de que durante cuatro meses se ha batido con denuedo para impedir que se materializara el cambio político posibilitado por las urnas.
Es indecente retirar un falso insulto cuatro meses después de haberlo pronunciado, y cuando ya se le ha extraído su rédito electoral. Todavía es más indecente culpar a la ausencia de Errejón o a los diabólicos catalanes de la incompetencia propia para tejer un pacto. Sánchez fue incapaz de reunirse con Iglesias o de descolgar el teléfono para hablar con Puigdemont, que ha frenado el independentismo y ofrecía los diputados necesarios para alcanzar la mayoría parlamentaria. El socialista boicoteó la llegada del PSOE a La Moncloa, mediante su alianza incomprensible con Ciudadanos. Ha preferido la continuidad de la derecha, que allanó al casarse con Albert Rivera.
Sánchez llamó a Rajoy por su nombre, ahora sabemos que también en indecencia andan hermanados. El presidente del Gobierno del PP por gentileza del PSOE acreditó su indignidad al recibir sobresueldos en negro de Bárcenas, al que apoyó a ciegas hasta ser desenmascarado. El candidato socialista constató este comportamiento incalificable, en el único momento feliz de una campaña que le condujo a los peores resultados de la izquierda oficial en toda su historia. Con todo, bienvenido sea el torpe abrazo del candidato hermosote a su verdadero dueño. Es importante que sus votantes en constante declive sepan que no respaldan a un socialista, y mucho menos a un aspirante progresista. El comportamiento poselectoral de Sánchez es deshonesto, injusto, indebido, impropio, de pésima calidad, desaseado. Son varios sinónimos de "indecente", pero todavía hay más.
