Los hay que confunden las churras con merinas; las palomas con las tórtolas y los sapos con las ranas. Y los de Nueva Canarias confunden las instituciones con el partido, lo público con lo privado, la gimnasia con la magnesia. Debe ser que se creen por encima del bien y del mal, y cuando se llega a ese nivel, se suele sufrir mal de altura. Crees que te comes el mundo y viene la vida y te merienda. Los de NC han utilizado despachos del parlamento de Canarias, como se observa a la izquierda, para reuniones internas de su partido. Román Rodríguez preside la reunión hecho un brazo de mar. Tal ha sido el patinazo que después de lanzarse de cabeza al twitter han rectificado y lo han quitado de las redes. Era tarde. Lo hecho, hecho está. Y lo escrito escrito está. No la hagas, no la temas. Con comportamientos así los "viejos" partidos alimentan la desafección de los votantes y refuerzan a las nuevas organizaciones. El Parlamento de Canarias merece respeto. Las formas en la casa de todos los canarios son tan importantes como el fondo. "No es eso, no es eso", que clamó Ortega.