A falta de un discurso político propio al candidato socialista a la presidencia del gobierno, don Pedro Sánchez, no se le ha ocurrido cosa mejor que utilizar una alegoría futbolística para explicarse. Primero se hizo fotografiar delante de la portería de un campo de fútbol en L'Hospitalet (Barcelona) con los miembros de su hipotético consejo de ministros. La foto está hecha en el estilo que suelen emplear los equipos ingleses al inicio de la temporada, con una primera fila de ministrables sentados en un banco de madera, y una segunda, con el propio señor Sánchez en el medio haciéndose notar por su elevada estatura. Delante de ellos y ellas (al 50%) y a la derecha puede verse un balón de fútbol blanco y a la izquierda un gran "Sí" pintado en rojo. De los veinte que posan para la posteridad, doce son militantes socialistas y los ocho restantes independientes, lo que acentúa el desteñido ideológico del partido del puño y la rosa. A la cita faltaron, entre otros ministrables, los galácticos Josep Borrel y Sami Nair, no sabemos si por lesión o simplemente por pudor. En esta batalla de ocurrencias en que se ha convertido la campaña electoral, la idea de fotografiarse en un campo de fútbol les sonará a muchos como una respuesta a aquella teatralización que hizo el dirigente de Podemos, señor Iglesias, reclamando para sí la vicepresidencia del gobierno y para otros destacados militantes de su partido algunos de los ministerios de mayor influencia. Bien pudiera ser eso, pero también podría interpretarse como un intento a la desesperada de llamar la atención de ese amplio sector del electorado que siente pasión por el fútbol. Una sospecha que casi se convierte en certeza al analizar los últimos discursos del candidato socialista trufados de alusiones futbolísticas. En uno de ellos utilizó una frase de Luis Enrique, el actual entrenador del Barcelona ( "El Barça gana cuando es el Barça") para aplicársela a su partido ( "El PSOE solo gana cuando es el PSOE"). La reflexión es de una simpleza intelectual impresionante y nos trae a la memoria aquella otra, muy famosa, de Vujadin Boskov, en tiempos entrenador del Real Madrid, cuando explicó que "fútbol es fútbol", una frase que lo resume casi todo y parangonable en sabiduría con otra no menos conocida de Sócrates cuando dijo: "Solo sé que no sé nada" . Pero no se acaban aquí las citas futbolísticas de Sánchez. Al ser interrogado sobre el peligro de exhibir un gobierno con tantos ministros independientes, recurrió a una frase de Pep Guardiola, exentrenador del Barça y del Bayern de Múnich. "El mayor riesgo es no arriesgar" sentenció. Un pensamiento profundo que redondeó con otra frase, en esta ocasión del desaparecido Alfredo Di Stefano cuando este quiso relativizar la influencia de un solo jugador, por muy bueno que fuere, en el desarrollo del juego. " Ningún jugador es tan bueno como todos juntos" había dicho el fenomenal delantero centro. Desconozco si la ocurrencia de ligar su discurso político con el fútbol es solo del candidato socialista o de sus asesores de campaña. En cualquier caso, parece tan cuestionable como copiarle el discurso al fallecido Adolfo Suarez con su famoso: "Puedo prometer y prometo".
