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El análisis

Pablo Iglesias versus Pablo Iglesias

Un grupo de intelectuales y obreros se reunieran un 2 de mayo de 1879, hace 137 años, en la Taberna Casa Labra, en la Puerta del Sol de Madrid, preocupados por la desigualdad y explotación que trajo la revolución industrial, para fundar el PSOE, que era algo más que un partido, una forma de entender la convivencia, una forma de entender las relaciones entre los distintos sectores de la sociedad. Apelo a que este partido, el más antiguo de España, tenga hoy la misma visión, la misma valentía, y la misma honestidad intelectual y moral que su fundador PABLO IGLESIAS, del que Salvador de Madariaga ha dicho que era la conciencia social de España; don Benito Pérez Galdós, que él y su partido son lo único serio, disciplinado, admirable, que hay en la España política. ¡Es por el socialismo por donde llega la aurora! (El Imparcial, 13 de mayo de 1910; y Antonio Machado al oírle hablar en el Retiro dijo "que su voz tenía el timbre inconfundible de la verdad humana".

Paradojas crueles del destino, ha surgido ahora un joven Pablo Iglesias, que se ha convertido, por mor de algunos canales de televisión, en el icono del malestar ciudadano y del desencanto de los más débiles que han sufrido la crisis económica, que sólo se podrá combatir cuando los partidos socialdemócratas europeos se unan para luchar contra la austeridad y las políticas antisociales de la Unión Europea. Pablo Iglesias se ha revelado como un dirigente dominado por la ambición y por la soberbia, narcisista irremediable, con comportamientos sectarios y autoritarios, obsesionado por ajustar cuentas con el pasado, que no ha vivido e ignora. Suele ocurrir con los adanistas que se creen fundadores de algo nuevo y distinto de todo lo que fue, que nos proponen "utopías regresivas", y que unas veces son de extrema izquierda, otras socialdemócratas, que quieren derrumbar la Constitución, ahora preservarla y reformarla, y que tienen como modelo a Venezuela o a Dinamarca según les vaya en las encuestas, por lo que decepcionará a los millones de votantes que le han apoyado si, por desgracia, llega a gobernar.

Lo que pretende Pablo Iglesias es la damnatio memoriae de PABLO IGLESIAS, la condena de la memoria del eximio fundador del PSOE, y la osadía, aliándose con IU, de tratar de enviar al PSOE a los libros de la historia, y destruirlo para liquidar la opción de izquierda reformista y viable que ha representado siempre. No lo va a conseguir. Todas las revoluciones que se han intentado a la izquierda del PSOE en España, han fracasado, como también fracasará el intento de revolución populista de Pablo Iglesias. Aunque se produzca el sorpasso, el PSOE, siempre que, en ningún caso, pacte con Podemos, volverá a resurgir de sus cenizas, como en Suresnes en 1974, tras sufrir la derrota en la guerra civil, atravesar el largo desierto durante el franquismo, y superar las crisis internas en el exilio. El legado de PABLO IGLESIAS, fructificará de nuevo.

Lo que tiene que hacer Pedro Sánchez es pactar con los partidos constitucionalistas, convencer a sus militantes, simpatizantes, y al pueblo español, proponiendo políticas que generen empleo y redistribuyan el excedente; enderezar los entuertos nacionalistas e independentistas en curso para cimentar la unidad de España, y apostar por las reformas necesarias para no sucumbir a las tensiones liquidacionistas e inmovilistas que tanto daño nos han hecho históricamente. El PSOE no puede cometer la indignidad de sentarse a negociar con Podemos, después de que Pablo Iglesias acusara de asesino en el Congreso a Felipe González, con el que no se puede comparar, ni de lejos, como se ha pretendido. Carece Pablo Iglesias de la capacidad de liderazgo y del carisma de Felipe González, no tiene la formación económica y la altura intelectual y cultural de éste; se le nota que no conoce en profundidad la historia de España, de la que no tiene una idea ni en la cabeza ni en el corazón; no tiene tampoco seguros los votos del pueblo; por lo tanto, durará poco.

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