Hablemos de VIH. Pongámoslo sobre la mesa, debatamos sobre sus consecuencias, sus causas, su pasado, su presente y su futuro. Hablemos de sida, de retos, de riesgos, de diagnóstico.

El VIH forma parte de nuestro día a día. En Canarias, desde el año 2000, 3.799 personas han sido diagnosticadas con el virus, una realidad que no discrimina por edad, procedencia o género, pero que tiene unas formas de trasmisión indiscutibles que supone que la relajación de la prevención sea un importante factor de riesgo.

Por eso es importante que hablemos del VIH, que sepamos que el contacto sexual fue la vía de transmisión en el 85,4% de las nuevas infecciones en 2014, año en el que un único caso resultó de usuarios de drogas inyectadas.

Hablemos de VIH para contar con información veraz, contrastada, que nos ayude a dar respuesta a iluminados, negacionistas, conspiranoicos que nos dicen que con higiene y buena alimentación todo se cura. Que nos dicen que el sida es consecuencia de los efectos secundarios de la medicación.

Si abordamos con datos el tema, veremos como el sida ha descendido notablemente gracias al Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (Targa) que hoy nos permite hablar de control virológico y mejora inmunológica de las personas que viven con VIH. En Canarias en 2013 tuvimos 46 casos de sida, pero es que desde que se empezó a estudiar, en 1984, ha habido 2.632.

Seamos conscientes de lo que supone el VIH, que cualquier persona que realice prácticas de riesgo es vulnerable, y que es esencial estar informados para evitar la transmisión y para un diagnóstico precoz, en caso de que la infección se haya producido. Si tenemos un problema con el VIH es que en Canarias, el 43% de las personas diagnosticadas en 2014 presentaba indicios de diagnóstico tardío, es decir, su CD4 era inferior a 350mm3. Esos números que quizá no nos digan nada hablan de nuestro estado de salud, de nuestro sistema inmunológico, de la capacidad de nuestro cuerpo para dar respuesta a lo que se encuentra, y que los tratamientos antirretrovirales nos ayudan a mantener bajo control.

En España se estima que hay 140.000 personas infectadas por el VIH y que entre 25.000 y 30.000 no lo saben. Por eso es vital, sí, vital, que hablemos de VIH y contemplemos la posibilidad de hacernos la prueba al menos una vez al año si tenemos sexo sin protección, aunque estemos en pareja estable. Porque si el resultado es negativo, disminuimos la incertidumbre, y si es positivo, nos beneficiamos de un tratamiento eficaz que mejora nuestra calidad de vida y nos ayuda a evitar la transmisión a terceras personas.

Hablemos de VIH también para acabar con el estigma, con la discriminación a quienes viven con él, cuya esperanza de vida se asemeja hoy a quien no lo portan, y desmontemos los mitos que acompañan al diagnóstico. Cuando de nuestra salud se trata lo importante, piénselo bien, es estar informados.

(*) Colectivo Gamá y Amigos contra el Sida