El poder es un crisol que transforma los materiales a tan alta temperatura que todo aspirante a meterse en él procura adaptar el cuerpo para evitar golpes térmicos fatales. En su encuentro con los empresarios, Pablo Iglesias ya no ha negado los recortes, sino que ha hablado de cambiarlos de sitio, y se ha puesto corbata sobre camisa a rayas. A la pregunta de un empresario acerca de si creía en Dios, Iglesias dijo que Dios era un significante en disputa. Se trata de un concepto que se aplica a cosas relevantes de las que todo el mundo quiere apropiarse, desde El Quijote a Bolívar, pasando por La Marsellesa. Temo que la frase le perseguirá. El empresariado quedó feliz con el malabarismo, pues cuando hasta el significante máximo está en disputa todo lo demás también podrá negociarse.
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