Todo lo que les pueda contar acerca de las cuatro décadas que cumple la revista Interviú, y mucho más, está en el número especial y conmemorativo que la revista ha sacado a los quioscos esta semana. Sí, porque todavía hay quioscos llenos de sorpresas, de papel prensa y de papel cuché, y de papel más efímero y reciclable. Interviú cumple cuarenta años y es como si nada hubiera pasado. Pero han pasado muchas cosas desde aquel 22 de mayo de 1976 hasta ahora. El primer ejemplar, que también se entrega en edición facsímil con el número de esta semana, costaba cuarenta pesetas y en su mancheta aparecían como colaboradores, entre otros, Martín Ferrand, José Mª Carandell, Josep Ramoneda y José Martí Gómez. En esa época, su director actual, Alberto Pozas, y un servidor que presume de colaborar ahora en la revista, estábamos en primero de carrera o en último de bachillerato, vaya usted a saber. Pero ya leíamos Interviú, y desde entonces no hemos parado. El invento de Antonio Asencio, como tantos otros inventos de aquel genial periodista y editor barcelonés, arrasó en los quioscos porque puso en marcha un cóctel informativo imparable: entretenimiento sensacional, reporterismo de primera línea y categoría, y opiniones de las firmas más relevantes del periodismo de entonces. Interviú sigue viva, en medio de la vorágine digital, triunfando en ella, y acudiendo cada lunes a los puntos de venta de toda España. Ya escribía al principio que todo está en el número especial de los cuarenta años de esta semana, por eso les animo a que lo compren, lo disfruten y lo conserven, merece la pena. Pero si tuviera que adelantarles algo, que destacar algún aspecto especial y esencial de la revista, por supuesto que me quedo con todos, pero me enamora el fotoperiodismo que se ha hecho a lo largo de estas cuatro décadas. Los mejores, y las mejores, fotoperiodistas de las historia de España han pasado por las páginas de Interviú. Quizás César Lucas y su Marisol llamen más al recuerdo, pero hay muchos otros, y otras. Me acuerdo de Queca Campillo, que nos dejó hace poco, y que me acompañó en las últimas entrevistas que hice para Interviú. La nómina es larga y de mucho prestigio. Fotoperiodismo de verdad, desde la portada hasta la última esquina. Horrores y bellezas, la dichosa actualidad que ahora se quiere reducir a 140 caracteres. No se pierdan Interviú, es más sana que nunca.