A mediados del pasado mes nos dejó uno de los grandes del mundo del periodismo. Un auténtico profesional del reportaje. Poseía la capacidad y el don de transmitir sus inquietudes y sus deseos de fomentar el conocimiento y las relaciones interculturales de países remotos a los que viajaba. Aun a riesgo de su propia vida.

Alcanzó la fama dentro y fuera de nuestro país a través de la pequeña pantalla en los años ochenta por su participación en los programas Las rutas de Cristóbal Colón, llamada la Ruta Quetzal. Un apasionante programa de intercambio cultural que atraía a multitud de televidentes.

La muerte del periodista y deportista Miguel de la Quadra ha dejado un vacío en el mundo de los reportajes periodísticos, puesto que fue un hombre que se entregaba a su trabajo. Maestro de maestros, demostró siempre valor y coraje en sus aventuras, ganándose la admiración de los espectadores en todas partes.

La verdad es que tardará mucho tiempo en nacer, si es que nace, un profesional del periodismo tan leal y de tanto valor como Miguel de la Quadra Salcedo.