La Provincia - Diario de Las Palmas

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Desde mi noray

Los barcos japoneses

En la segunda mitad del siglo XX, allá por al año 1958, aparecieron por el puerto de La Luz los primeros buques arrastreros congeladores llevando a popa la bandera del Japón. Causaron gran sensación por la modernidad que suponían en el mundo de la pesca, cogiendo con el "pie cambiado" a toda la flota española, la mayoría barcos con casco de madera, las famosas "vaquitas" que operaban en el banco canario-sahariano dedicadas a la captura de los espáridos (cherne, burro, corvina y algún que otro pulpo o calamar).

Esta presencia de la moderna flota del país, conocido como el imperio del Sol naciente, fue como un revulsivo para que los armadores españoles empezaran a renovar sus viejas unidades artesanales por los primeros buques arrastreros congeladores, que empezaron a botarse en los astilleros españoles de la Península.

Pero volviendo al tema de los barcos nipones en el puerto de Las Palmas, su llegada fue un anticipo de toda una revolución en el mundo de los negocios pesqueros, con la apertura de varias empresas consignatarias ya desaparecidas caso de Ecopesa, Frucasa, Fransari, Guillermo Brito Almeida,Mavacasa y Cirsa, entre otras.

Toda esta importante actividad movilizó también la presencia en nuestros muelles y fondeos de numerosos mercantes frigoríficos del Japón para recoger las capturas, sobre todo de túnidos y cefalópodos, cuyas compañías son hoy día casi un recuerdo y cuyas insignias navieras entre otras respondían a la Japan Reefer Carrier, Nippon Suisan, Taiyo Gyogyo, Hoko Suisan, Nichiro Gyogyo, Kyokuyo Hobei y Nippon Yusen Kaisha.

Es la vieja estampa de un recinto en constante cambio, que ha quedado para la historia de estos marinos orientales que trajeron a Gran Canaria por primera vez las populares esclavas para pisar las avenidas, parques, calles y plazas de la zona portuaria.

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