La ópera de cuatro cuartos" (como han tradu-cido -mal, son tres- a Die Dreigroschenopera) es una ópera satírica de Ber- tolt Brecht y Kurt Weill -dos genios- del año 1928 en Berlín, y posterior gran éxito mundial. Algunas de sus canciones son aún populares, como Moritat (Mack the Knife).
Pero en España tenemos ahora realmente, sí, cuatro cuartos. La pizza política española se puede dividir en cuatro: PP, PSOE, UP y Ciudadanos.
El encuestario indica por ahora que el mayor de los cuartos (no son iguales, claro) sería el PP, el menor Ciudadanos y los otros dos en el medio (no digamos centro) y aún sin saber, y cambiando... Suspense hasta el 26-J por la noche.
Entretanto los amantes de la música política podrán gozar con la Ópera electoral de los cuatro cuartos (o con los Cuatro tenores si lo prefieren así). Al final vendrá el pizzero con su afilado cuchillo (los votos) y cortará a piacere la pizza, a su soberana voluntad. Y la Ópera habrá terminado.
Z Tirarse con el Suárez
Pareciera que ahora, en nuestro -con perdón- gallinero político, la figura de Adolfo Suárez fuera un arma arrojadiza... Y golpeada, machacada en ese rol de proyectil.
Dos logros indiscutibles tiene Suárez en su haber histórico: uno, el establecimiento de la democracia -imperfecta, pero democracia al fin- tras 40 años de tiranía. Y 2º -y muy importante- que en esa democracia no haya hoy una extrema derecha.
Él -y Fraga Iribarne (hay que reconocérselo)- llevaron el franquismo al centro derecha (¡que ahora padecemos, pero bueno... han pasado 40 años!) y no quedó para la extrema derecha más que el retazo de Blas Piñar.
Francia tiene a la agresiva Marine Le Pen y su muy derechista Frente Nacional; la UE "oriental" (Polonia, Hungría, Austria y otros) a ultranacionalistas -¿neofascistas? -muy poderosos; Grecia al Amanecer Dorado, el Reino Unido al insultante UKIP. En casi todos lados hay una extrema derecha o similar. En España no. Lo que haya de esa tendencia está dentro del PP y no parece ser determinante. Por ahora.
