Un atento lector de la más tradicional Vegueta que al atardecer de la vida pasea con dificultad por la Avenida Marítima comprobó ayer tarde cómo algunos ciclistas abusan de posición dominante. Un buen número de ellos invade la zona peatonal e ignora el tramo para bicis cuando circula desde el túnel del Guiniguada hasta la altura de los Jesuitas. Pese a las quejas de los caminantes, las bicicletas son guerreras.