Al igual que cada verano tiene su canción, el periodo de estío también tiene su culebrón futbolístico. Todo indica que el protagonista de este año será Paul Pogba de un lado y cómo no el Madrid de otro, porque el club blanco no sería el mismo si no estuviese metido en un 'lío' durante cada pretemporada por un asunto de fichajes. Ya ha habido los primeros contactos entre las partes y por supuesto que sale a relucir el habitual tira y afloja, es decir que la Juventus pide mucho y que el Real Madrid no está dispuesto a pagar tanto. Al final, si el club que preside Florentino Pérez está realmente empeñado en este fichaje, es evidente lo que va a pasar, que el la entidad blanca pagará todo lo que pide el otro, y hasta más.

Pogba pasa ahora por ser la curación de todos los males deportivos del Real Madrid, centrados sobremanera en la descompensación que padece el equipo por exceso de mediapuntas y carencia de centrocampistas, pero lo que está por comprobar, a la vista de su trayectoria, es si este futbolista está en condiciones de aportar al Madrid el perdido equilibrio; de momento, la referencia más inmediata no habla nada bien del francés, sustituido el pasado viernes en el estreno de la Eurocopa después de una actuación de lo más gris ante Rumanía, y desde luego no estamos ante un gran organizador, ni muchísimo menos.

Por si fuese poco, el mismo Pogba reconoce que a veces se relaja y que está obligado a aportar más en los partidos clave, lo que por otro lado no es ajeno a algo que está muy asentado en el Madrid actual, así que en este caso nada que rompa la monotonía blanca, cuyos jugadores sólo salen con el cuchillo entre los dientes cuando se ven presionados a tope después de repetidos tropiezos. Veáse a este respecto lo que pasó la pasada temporada.

No es la primera vez que el Madrid se interesa por Pogba, pero esta vez hay un factor que da un plus al interés, la presencia de Zidane, su compatriota, reforzado además el técnico por la conquista de la Liga de Campeones. Pogba es una petición expresa del entrenador, que quiere más músculo en una parcela en la que el Madrid tiene poca presencia física; eso sí, Pogba mejora mucho a Casemiro, el jugador que se aparta cuando uno de su equipo se hace con el balón e inicia el juego de ataque porque sus carencias técnicas le hacen ser un estorbo a la hora de combinar.

De todos modos, el mayor problema que tiene el Real Madrid es definir claramente a qué quiere jugar, con qué estilo, y no parece que tal asunto esté en camino de solución; de ahí que tenga a veces poca utilidad la discusión de si Pogba es el más adecuado para reforzar esta plantilla, o lo es por ejemplo el italiano Verratti, del París Saint Germain, otro jugador recurrente en la 'casa blanca' en los últimos tiempos, que con respecto al galo aporta menos poderío físico y sí más calidad técnica pero sin que tampoco entusiasme.