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Cira Morote.

Letra pequeña

Cira Morote Medina

Así empezó Terminator

Yo sólo digo que así empezó Terminator. ¿Pues no dicen que quieren poner ahora unas guaguas sin chófer? La Dirección General de Tráfico explica que son unos micros chicos, que eso sirve para desatascar la ciudad y la movilidad se hace sostenible a lo bestia. Que lo han puesto en San Sebastián y aquello da gloria verlo... Pero este invento a mí me tiene en un ay.

Es que ya no hay respeto por nada. Primero se cargaron a los revisores y aquellos buenos consejos que daban a los pasajeros, y que tan bien remeda Manolo Vieira: "Retrodezcan, por favor... No arrempujen". Un orden, no sé, una organización.

Luego aquellas guaguas con los sillones de madera, duros como una piedra, que si te montabas en Ciudad Jardín y te sentabas, llegabas a Tomás Morales molida como un centeno. Ah, y que llevaban al final una especie de corralillo cuadrado para ir de pie y donde se fraguó más de una pareja a la salida del colegio, por aquello de la apretura obligada por las escasas dimensiones del vehículo.

No, ya nada es lo que era en el transporte público. Lo próximo es la BRT, o lo que es lo mismo: Bus Rapid Transit, una suerte de guagua big size, exprés y con su propio carril, que parece que va a acabar con todos los males de la humanidad y nos hace modernos, tricontinentales, macaronésicos, transversales y multidisciplinares.

Esos chóferes de Guaguas Municipales, que te abren la puerta cuando te ven corriendo desesperada, aunque ya hayan arrancado; que con un "muchaaacho" torean como nadie a los que se ponen faltones; que cogen la curva en las calles estrechas con más arte que Fernando Alonso en Montecarlo... ¿Y ahora? ¿Un micro sin conductor? Parece mentira que no lo vean venir. Ya les digo que así empezó Terminator, las máquinas gobernándose solas y de un día para otro te encuentras con un robot con toda la cara del exgobernador de California, pegando mandobles y tiros Mesa y López arriba, Mesa y López abajo. Y luego vaya mareo saltando en el tiempo para matar a la madre del que inventó el dichoso micro ese.

Pues se van a fastidiar, porque si me subo en uno de esos condenados cacharros pienso darle conversación al chófer. Hombre ya.

@CiraMorote

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