Hay ciudadanos con suerte. Un atento lector de Schamann ha comunicado para informar del éxito de una vecina de la calle Álvarez de Castro. La mujer ha conseguido que retiren los contenedores que desde hace 19 años estaban en el mismo lugar para buen uso del barrio. Los ruidos que provocan los camiones del servicio de la limpieza con su descarga es el motivo que fuerza el traslado de los grandes recipientes de basuras, cartones, vidrios y plásticos. El bebé de la señora, de 1,5 años, se despierta y altera cuando se recogen los contenedores, según ha acreditado con un informe médico oficial. Tela. Y como la autoridad competente vela por el descanso de los vecinos ha decidido cambiarlos de lugar con sorpresa para todos. Ahora los contenedores se encuentran "un poco más arriba", informa el comunicante. Hasta que proteste otro vecino al que alteren el sueño...