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Papel vegetal

Desgaste de la gran coalición alemana

Mientras en nuestro país - a la fuerza ahorcan - el Partido Popular de Mariano Rajoy pone ahora a la Gran Coalición alemana como ejemplo de buen gobierno y amenaza con todos los males en el caso de que no se consiga imitarla, en Berlín el modelo muestra señales de desgaste.

Preocupado por la fuerte caída de popularidad entre los votantes, el Partido Socialdemócrata, que ha acabado totalmente desdibujado por su alianza con la CDU/CSU, parece buscar ahora un acercamiento a los Verdes y a la Izquierda.

Así interpretan algunos las últimas declaraciones tanto del vicecanciller y presidente del SPD, Sigmar Gabriel, como de su correligionario, el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier.

El primero ha escrito un comentario en el semanario Der Spiegel en el que lanza un fuerte ataque contra los intelectuales reaccionarios que, como el conocido filósofo Peter Sloterdijk, denuestan las secuelas de la cultura permisiva de mayo del 68 y ven en el humanismo sólo "una mendaz construcción".

Sloterdijk es además maestro de uno de los principales ideólogos del nuevo movimiento de la derecha de ese país, la Alternat-iva por Alemania (AfD), que ha hecho de la defensa de la identidad nacional y la crítica a la inmigración su principal caballo de batalla.

"Muchos funcionarios de la Afd y sus simpatizantes burgueses llevan decenios rabiosos con esta república liberal y abierta al mundo", escribe Gabriel, para quien no se trata de una "nueva derecha", sino de la "vieja derecha", que trata de vengarse de quienes, en su opinión, "han traicionado el conservadurismo nacional" germano.

Lo único nuevo es la utilización que hacen de las "redes sociales" para difundir sus mensajes reaccionarios y conseguir de ese modo la máxima resonancia, con lo que han comenzado a "dejar su impronta en la cultura política cotidiana".

De ahí que en Europa, los "partidos y movimientos progresistas" europeos, escribe Gabriel, deban "estar dispuestos a formar alianzas capaces de asumir las tareas de gobierno" puesto que "el enemigo de la democracia está en la derecha".

A su vez, su correligionario y ministro de Exteriores, Steinmeier, criticó en una entrevista con el dominical Bild am Sonntag y en clara alusión a Rusia las actuales maniobras de la OTAN en Polonia porque lo que menos se necesita en este momento es "ruido de sables" y "gritos de guerra".

Lo que parecen sólo amagos de distanciamiento de la coalición que preside la canciller Angela Merkel han sido recibidos con escepticismo por los Verdes: "Preferiría que Sigmar Gabriel dijese qué política quiere en lugar de hablar de alianzas", dijo la jefa del grupo parlamentaria ecologista, Katrin Göring-Eckardt.

Algo más positiva fue la reacción del jefe del grupo de la Izquierda, Dietmar Bartsch: "Gabriel tiene razón. La lucha contra la derechización en curso en Alemania y toda Europa representa un nuevo reto para los partidos de centro-izquierda", pero "se le juzgará por los hechos" y no por sus palabras. ¡Exactamente!

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