A los pocos días del calamitoso tsunami de Tailandia advertí la huelga de R.J. a la misa del domingo, y al reconvenirle si es que había perdido la fe, me replica algo contrito: "Yo sí creo en Dios. Lo que pasa es que últimamente no me cae muy bien".

Comentar que "este tiempo no es normal en esta época del año" sí suele ser lo normal.

R.S. un médico amigo mío me acaba de recordar la anécdota del cirujano impartiendo una clase a sus alumnos en la sala de autopsias. Ante la herida purulenta de un cadáver les recuerda a sus estudiantes la importancia en medicina de ser buenos observadores, y de saber sobreponerse a las situaciones desagradables o repugnantes.

A renglón seguido procede a ponerles a prueba, introduciendo el dedo en el pus de la herida, chupándoselo a continuación, y conminándoles a repetir la maniobra. Poco después ante el semblante descompuesto de sus alumnos enjuagándose la boca, les alecciona. "Uds. han sabido superar la aprensión de la operación, pero no son buenos observadores. ¡Es evidente que introduje un dedo en la herida, pero no se percataron que fue otro dedo el que me metí en la boca!"

Y hablando de médicos observadores, me viene a la memoria lo que me contó A.M., traumatólogo, y también amigo. En su caso logró curar a un paciente al que le dolía la muñeca izquierda, simplemente haciéndole cambiar el reloj a la mano derecha.

Rótulo colgado a la entrada de un restaurante de postín en Madrid: "La buena vida es cara. La hay más barata, pero no es vida". El que avisa no es traidor.

Aunque en ese mismo restaurante vi al camarero limpiar un pescado en la mesa de al lado con primorosa maestría. Lo malo es que tardó tanto en rematar la faena que el plato debió servirse frío.

Si algo viene demostrando el auge de los recientes movimientos populistas es que es más fácil vender sueños que realidades.

Me aseguran que en días muy claros se pueden distinguir desde la cima del Teide todas las islas del archipiélago.

Aunque también parece ser que hasta la fecha nunca ha llegado a darse un día así de claro.