La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Papel vegetal

Radicalidad, extremismo

Radicalidad, extremismo, comunistas? todo sirve esta vez para infundir miedo al menos al sector más conservador o indeciso de los ciudadanos de este país.

Hace años, cuando aparecieron en el horizonte los socialistas de González y Guerra, era a ellos a quienes había que pintar con cuernos y rabo para asustar al electorado.

Pero el pueblo español se ha hecho mientras tanto mayor, ha salido en buena medida de la sombra del franquismo, y ni siquiera el hoy ciudadano González resulta demasiado creíble para muchos cuando agita, imitando en ello a la derecha, tal espantajo.

¿Radicalidad? Alguien tan poco sospechoso de radicalismo izquierdista como el líder socialdemócrata y vicecanciller alemán Sigmar Gabriel decía en reciente entrevista con la prensa de su país lo que es para él "radicalidad", referida a Alemania.

"Cuando cada año, al Estado de bienestar se le escapan 150.000 millones de euros, la mitad del presupuesto federal, sólo porque ricos y superricos han renunciado a cualquier atisbo de solidaridad con la sociedad, eso sí que es radicalmente asocial y un ataque radical contra las bases mismas de nuestra sociedad".

"Y de eso, añadía Gabriel, es de lo que tenemos que defendernos con la regulación bancaria y de los mercados financieros, la redistribución (de la riqueza), el cierre de todos los agujeros fiscales y poniendo fin a los subterfugios legales que permiten lo que hemos visto con los papeles de Panamá".

Claro que el líder socialdemócrata y hoy también ministro de Economía, se olvidaba de decir que mucho de lo que sucede en su país y que él tan justamente critica ahora que su partido está en bajísimos niveles de popularidad, tiene mucho que ver con decisiones u omisiones del propio SPD, sobre todo cuando estaba dirigido por el canciller reformista y hoy millonario consejero de empresas Gerhard Schroeder.

Aunque tal vez sea un poco tarde para arrepentirse, Gabriel reconoce que los socialdemócratas fallaron al no exigir a los bancos que corrieran de modo proporcional con los gastos de reparar los daños sociales y económicos que causó su "obsceno comportamiento".

Gabriel pone en cualquier caso el dedo en la llaga cuando reconoce que "muchos partidos socialdemócratas de Europa se arredran ante los simples gestos de amenaza de los mercados financieros e impiden que hayamos aplicado siquiera un impuesto a las transacciones financieras".

"El Partido Socialdemócrata Alemán se fortalecerá y alegrará cuando los socialdemócratas europeos actúen juntos contra el poder de los mercados", afirma el vicecanciller, que rechaza en cualquier caso debatir "la crisis de la socialdemocracia" porque de lo que hay que hablar, dice, es de la "crisis del capitalismo".

Gabriel anuncia de paso su intención de convocar en Alemania una conferencia de la Alianza Progresista, sucesora de la Internacional Socialista, a la que quiere invitar también a "los nuevos movimientos de izquierdas como el griego Syriza", aunque nada dice de "Podemos".

¿Se despertará finalmente la socialdemocracia de su sueño de la razón neoliberal, que sólo produce monstruos? El escepticismo está al menos justificado.

Compartir el artículo

stats