Islicidad, como neologismo cercano (recuerden el ambicioso ´atlanticidad´) es un paraguas del que por ahora cuelgan y giran, como si se tratara de un tiovivo, una treintena de iconos conceptuales referidos al ámbito cultural canario. Un grupo de artistas, escritores y profesionales varios, vinculados preferentemente a la Escuela Luján Pérez y a NACE (Nueva Asociación Canaria para la Edición), constituidos en el seminario ´Puntos de partida´, ha convenido someter a reflexión una serie de temas que constituyen el soporte de nuestra identidad cultural. Mediante la modalidad del debate abierto, y con periodicidad bimestral al fin de otorgar sosiego a las aportaciones, se pretende hacer una radiografía de las evidencias culturales isleñas y su relación con otros ámbitos hispánicos y universales. Se trata de indagar desde el escenario de las islas, en este momento de transición que ofrece la sociedad líquida, globalizada y digitalizada por todos los costados, los cambios que se operan tanto en la creación como en el consumo y difusión del producto cultural canario y que configuran un nuevo imaginario colectivo. La reflexión sobre los temas culturales es una culebrilla subterránea que de tarde en tarde aflora por iniciativa de entidades civiles y, las más, desde las instituciones públicas que, sin ocultar su acción partidista, tratan de apropiarse del discurso colectivo en seminarios, congresos y encuentros, y que, todo hay que decirlo, tienen sus logros y sus déficit, pero que acostumbran a no ofrecer una cuenta de resultados. La realidad es que la acción cultural bascula entre lo público y lo privado, con el lenguaje del poder (y sobre todo con sus recursos) mediatizando gran parte de las iniciativas, y argumentando la carencia de medios para apoyar otras propuestas autónomas. El grupo ´Puntos de partida´ reflexiona sobre la ´islicidad´ y se ha comenzado a abordar (más por prioridad que como novedad) la situación actual de Canarias como escenario cultural y la singularidad de nuestra geografía que configura un imaginario propio. No han tardado en surgir las condiciones sociales de las islas (colonización cultural, déficit educativo, fragmentación territorial, falta de compromiso empresarial) como lastres de esta Comunidad. Lo que sí se constata como evidencia antropológica es que en las islas se está conformando un imaginario social diferente al de hace cincuenta o cien años. Fuerteventura (con casi dos millones de turistas anuales, procedentes de rincones varios del Planeta) no es la isla-cárcel de Unamuno en 1924. Los conceptos isla, mestizaje, centralismo, lejanía, ruralismo? son dinámicos y giran de continuo en el tiovivo de la hermenéutica, a la vez que se pretende dar respuesta a la pregunta ¿qué poética propia o singularidades lírico-expresivas ofrecen las islas en el marco de la cultura hispánica y universal?
