La primera dama de EE UU, Michelle Obama, llegó ayer a Madrid acompañada por su madre y sus dos hijas en su segundo viaje a España, una visita de trabajo dedicada a defender el derecho de todas las niñas del mundo a la educación, objetivo para el que recibirá mañana el apoyo expreso de la reina Letizia.

Esta segunda estancia española será muy distinta a los cinco días de vacaciones que disfrutó hace seis años con su hija Sasha y unos amigos, que le permitió descansar en la Costa del Sol, maravillarse con la Alhambra, tocar las palmas en el Sacromonte y conocer la bicentenaria plaza de toros de Ronda, antes de acudir a Mallorca para almorzar con los Reyes y Doña Letizia en Marivent.

El avión oficial estadounidense aterrizó en Madrid procedente de Marruecos -segunda etapa de una gira que comenzó el lunes en Liberia-, si bien no la acompañaron hasta Madrid las actrices Meryl Streep y Freida Pinto, que se sumaron en Marraquech a su campaña contra las discriminaciones educativas de la mujer.