El debate en torno al Desarrollo para el Crecimiento Inteligente, Sostenible e Integrador de Canarias, que se lleva a cabo en el Panel del Tránsito de Canarias hacia la Sociedad del Conocimiento, dentro del Centro Atlántico del Pensamiento Estratégico (Catpe), parte del principio del cambio como constante. El cambio generalizado, rápido, profundo, inmediato; el cambio que afecta a las personas, a las sociedades y a las economías en todo el mundo. El cambio de la instantaneidad, que es lo que lo hace realmente diferente a otros procesos de cambio que ha registrado la Humanidad. Planificar acciones que orienten el proceso de toma de decisiones se nos antoja muy complejo, pero al mismo tiempo más necesario que nunca. Sin perder de vista la volatilidad a la que se pueden ver sometidos los análisis y la definición de pautas, el proceso de revisión se hace inaplazable. A las transformaciones económicas profundas, derivadas del impacto de los avances tecnológicos y la Inteligencia Artificial en los itinerarios productivos, y a los cambios sociales que de ello se deriva, se suma la aparición constante y frecuente de aparentes "cisnes negros". Y decimos aparentes porque probablemente muchos de ellos son muy previsibles, aunque no hayamos querido verlos, o no hayamos sabido preverlos.

El impacto económico, político y social de atentados selectivos, en el corazón de los centros de poder o de valor; la terrible situación de las personas refugiadas, no sólo política sino económica y social; la negativa a observar los impactos profundos sobre la sociedad del Cambio Climático; el proceso de envejecimiento, que amenaza con una quiebra demográfica de la sociedad europea, y la incapacidad de sus instituciones para regular la crisis económica y de los mercados financieros, nos dibujan un panorama francamente incierto.

Se aconseja, más que nunca, saber gestionar los escenarios cambiantes y las incertidumbres que de ellos se derivan. Resulta imprescindible situar cada decisión a tomar, no sólo en el ámbito jurídico-institucional y político propio, sino en el plano internacional. Y eso, claro, junto a la rapidez en la toma de decisiones, es lo más difícil. En nuestro Archipiélago, dentro del marco general de Desarrollo de la Estrategia de Especialización Inteligente de Canarias (RIS3) y del Plan de Acción de la Estrategia 2020, se ha impulsado la elaboración de una Estrategia Operativa de Internacionalización de la Economía Canaria (2016-2020). Su finalidad básica es elaborar un diagnóstico, determinar los objetivos esenciales y las principales líneas de actuación, así como concretar los proyectos y las acciones. Se trata de saber hacia dónde queremos ir, sumando voluntades y apuntando las medidas necesarias, con la participación activa de los agentes que operan en Canarias, tanto desde el ámbito institucional como académico o empresarial. Impulsar estrategias de promoción de la internacionalización, que pretendan abrir nuevos mercados en un escenario de potenciación de la globalización económica que afecta a casi todos los sectores, e inundados por inesperados cambios políticos e institucionales, va a resultar de una complicación extraordinaria. Pero es absolutamente necesario abordarlo. Y para ello, dentro de la Estrategia Operativa, resulta primordial aclarar la metodología, el lenguaje y la táctica entre la promoción para la internacionalización de las empresas -y las instituciones académicas y de investigación- y la atracción de inversiones, proyectos y actividad económica hacia Canarias.

Éste segundo aspecto se encuentra mucho más despejado en los momentos actuales. La reforma de la parte fiscal del Régimen Económico y Fiscal, que entró en vigor en el año 2015, y de manera especial la modificación sustancial de la Zona Especial Canaria, nos ha dotado de herramientas sumamente novedosas e ilusionantes para atraer inversión y para generar nuevos puestos de trabajo, compatibilizándolas, además, con las otras herramientas fiscales del propio REF. El reto está en acertar con la promoción para la atracción de inversión; en ser capaces de ofertar paquetes integrados y en segmentar debidamente los mercados y los sectores sobre los que pretendemos operar. En la otra vertiente, la de la internacionalización de la economía del Archipiélago, además de con las herramientas fiscales, especialmente la mejora de la Deducción por Inversiones, el Gobierno de Canarias cuenta con instrumentos como el Programa Aporta, para colaborar y cooperar en la salida de pymes al exterior; el Programa de Cooperación Territorial Madeira-Azores-Canarias, y con las acciones derivadas de la Marca Canarias como hub europeo en África. Hemos de sumar, por otra parte, otros instrumentos financieros orientados al aumento de la capacidad innovadora, el desarrollo tecnológico, el emprendimiento o la agenda digital. La imparable interdependencia económica, junto al aumento de los flujos transnacionales de mercancías, de servicios y de capitales, ofrecen nuevas oportunidades para las empresas que deseen operar en o desde Canarias, pero al mismo tiempo plantean nuevas dificultades, y nuevas demandas a las que debemos dar respuesta especialmente desde el ámbito de la Formación. Si el objetivo final de la Estrategia Operativa de Internacionalización es que permita establecer líneas de actuación y contribuya a guiar las políticas del Gobierno de Canarias a medio y largo plazo en materia de internacionalización de la economía y del tejido empresarial de Canarias, el área competente en materia de Educación y Formación Profesional debe ejercer un protagonismo central, tanto en el diagnóstico como en la elaboración e implementación del Plan. Tal y como se recoge en las Comunicaciones remitidas por el Gobierno al Parlamento de Canarias sobre Acciones Integrales de Impulso a la Internacionalización de la Economía, se requiere estímulo a la cultura de la internacionalización y capital humano. Es necesario fomentar la concienciación y formación sobre la importancia del capital humano especializado: Resulta urgente reforzar las actividades de formación en el ámbito de la internacionalización. El fomento de la innovación, como parte fundamental de las políticas de apoyo, debería traducirse en medidas como la readaptación de la Formación Profesional, el papel activo de las Universidades como generadoras de conocimiento en el Atlántico Medio y la formación específica, tanto formal como no formal. Y no es solamente una cuestión de competencias, sino de habilidades, actitudes e implantación de la cultura del aprendizaje permanente. Tal y como se recoge en el Informe del Catpe, "Junto a los desafíos propios del sistema canario hay que cumplir los objetivos de educación y formación de la Unión Europea para el 2020, que incluyen: el aprendizaje permanente y la movilidad; mejorar la calidad y la eficacia; promover la equidad y la ciudadanía activa e incrementar la creatividad y la innovación, incluido el espíritu empresarial, en todos los niveles de la Educación y la Formación". Dicho de otra manera, la Estrategia Operativa de Internacionalización de la Economía, debe estar acompañada en paralelo por una Estrategia Educativa que le permita alcanzar los objetivos.

(*) Miembro del Foro Catpe Transito de Canarias hacia la Sociedad del Conocimiento