Estudios desarrollados por los investigadores José Carlos González y José Carlos Pulido, de la Universidad Carlos III, dentro del proyecto Nao Therapist se vinculan a la denominada robótica del servicio.

Gracias a su investigación, el robot NAO es una realidad. Su creación fue galardonada dentro de un proyecto médico por su capacidad para motivar a los niños a la hora de realizar los ejercicios de rehabilitación de la mejor manera posible.

Otra de sus ventajas consiste en la recabación de datos que son compartidos con su terapeuta. El robot está pensado para recompensar a los pequeños cuando se lo merecen con bailes y actuaciones inesperadas. "La motivación que provoca en los niños es una de la claves del éxito", destaca González. En 2012 también se usaron estos tipos de robots para enseñar a los niños autistas en el Reino Unido.

Además, según los expertos, el envejecimiento paulatino de la población hace pensar que estas máquinas tendrán un papel fundamental en labores sociales en los próximos años.