No sería justo meterlos a todos en el mismo saco, dicho lo cual, nadie quiere dar el primer paso por si acaso se pilla los dedos, todos se miran con el rabillo del ojo mientras nadan por los procelosos escaños del congreso y, al mismo tiempo, guardan la ropa.
El PSOE, en primera instancia, ya ha manifestado que no es no, lo diga Agamenón o su porquero y que se quedará en la oposición pero, ¿cómo se puede estar en la oposición si no hay gobierno? La izquierda, en bloque, manifiesta que es el tiempo de Rajoy para formar gobierno. La derecha suma pero, ¿qué derecha? ¿La que se formaría con los partidos nacionalistas vascos, catalanes más Ciudadanos? Eso sería un regalo envenenado para que el PP abra la puerta del referéndum de independencia que, saben de antemano, sería para los populares cavar su propia fosa. En caso de que la derecha fracase están al acecho socialistas y la banda de Podemos, dicho lo de "banda" con todo respeto, por el mero hecho de ser "el ciento y la madre" unidos por las más variopintas confluencias, cada una de su madre y su padre.
Está meridianamente claro que el Partido Popular tendrá que hacer más de una concesión en su programa de máximos si quiere llegar a alguna parte. Esperemos no estar ante un sainete para, al final, terminar tarifando. Puede que así sea pero que tengan cuidado, ya que los sufridos ciudadanos están al acecho para que en el supuesto de que se llegase a unas terceras elecciones, más de uno no pueda ni tentarse la ropa. Ejemplo claro de ello es la situación en la que se encuentra Ciudadanos que o ponen las cartas boca arriba o en una próxima convocatoria podrían pasar, aún asistiéndole mucho la razón, de treinta y dos diputados a dos. Ya puestos a elucubrar y con sorna, se me ocurre que ante la posibilidad de una nuevas elecciones que, como en el tenis, ganase el mejor de cinco: los populares llevan dos.
Esta vez los señores de las encuestas deben hilar muy fino visto lo visto con sus últimas predicciones con motivo de las elecciones del 26 de mayo. Hábilmente los socialistas esgrimen, ahora, que no quisieron llegar a un acuerdo con los independentistas por el bien de España pero son ellos mismos los que han puesto en la picota a la derecha para que haga lo mismo que ellos no hicieron.
En el caso de que D. Mariano fracasase en su objetivo para conseguir una legislatura estable, ¿volverán las oscuras golondrinas del PSOE y Podemos para intentarlo? Complicado, votarían en contra populares y Ciudadanos y vuelta a empezar. Los más avezados observadores pronostican que al final se llegará a un acuerdo para que Rajoy pueda ser investido y poco más. Hoy por hoy no sería capaz de hacer un vaticinio que sirviese para sacar a España de este bucle diabólico en el que se encuentra la clase política porque una vez que se haya limpiado el patio del Monipodio político van a tener que limpiarlo de caraduras.
Los políticos cambian con demasiada frecuencia y generalmente se olvidan de comunicar dicho cambio a los ciudadanos.
